Fɪɴᴅ U Aɢᴀɪɴ

Capítulo 10

El hormigueo que comenzaba a sentir con mayor intensidad, la despertó. Un quejido de dolor salió de sus labios. Hace tiempo que no le pasaba algo como eso. Intentó liberar su brazo, para así moverlo un poco y comenzar a calmar aquella incomodidad.

Victoria era la causante de la situación, estaba usando su brazo como almohada.

—¡Oh, mierda!— se quejó cuando el dolor aumento aún más. Tori se removió en su lugar, y ella, no pudo liberarse. —Tori, Tori...— le decía en un susurro. Sus súplicas estaban siendo ignoradas. Así que, sin mucho cuidado, contrajo su brazo, para sacarlo de esa prisión.

El hormigueo seguía ahí, disminuyendo lentamente mientras abría y cerraba la palma de su mano.

Vega seguía dormida, ni siquiera con el bruzco movimiento se levantó. Jade la veía, mientras estaba sentada al borde del colchón inflable. Se inclinó con cuidado y beso la frente de la chica.
Se levantó con cautela, tomó su móvil y abandonó la habitación.

El corredor tenía un aroma a vainilla invadiendo cada centímetro, agregando un leve olor a mantequilla. Se dejó guiar por su sentido del olfato, descubrió a Trina y a Cat preparando el desayuno. Hot cakes.

—Buenos días...—interrumpió a aquel par, que dío un pequeño salto de la sorpresa.

—Buenos días, Jade...¿Todo en orden?— preguntaba, mientras le otorgaba una sonrisa burlona.

—No sé porque me estás mirando de esa manera, pero voy a dejarlo pasar, loca.— se encogió de hombros y tomó de un plato, un trozo del caliente desayuno y se lo llevó a la boca. Cuando prestó atención al lava vajillas, pudo jurar que le daría un desmayo.

Había una pequeña montaña de vasos, platos, cubiertos etc.

—Definitivamente no voy a limpiar eso. ¿Cómo es posible que ensucien tanto?— les regañaba y las chicas le ignoraban. Un leve quejido de frustración salió de sus labios.

Después de media hora, una somnolienta Tori había entrado a la cocina, guiada por su nariz.
Trina le dío un plato lleno de fruta y tres hot cakes, acompañados de miel de maple y mermelada de fresa.

La morena menor comió con desesperación.

—Tori, hay suficiente para todas, incluso hasta hay de sobra... Tranquila, nadie te va a robar el desayuno.—

—Lo siento, nos hemos despertado con hambre— se quejó, mientras ponía una de sus manos en su abdomen ya crecido.

Cuando terminó su desayuno, se quedó en su sitio. Se sentía más pesada que de costumbre y el bebé pareció tranquilizarse. Algunos minutos después se vío rodeada por los brazos de la azabache, sintiendo también su cuerpo pegado a su espalda.

Todas platicaban con ánimos, sin embargo, Jade seguía con la morena entre sus brazos, otorgándole miradas llenas de amor de vez en cuando.

Un mensaje llegó a su móvil. Tuvo que apartarse de la morena, leyó con cuidado el texto y se apartó torpemente.

"Estás que derramas miel, si siguen así, va a darme diabetes".

Cat.

Había hecho eso de manera inconsciente y se sintió avergonzada al verse atrapada, mostrando afecto a la castaña.

Se dirigió al frigorífico y tomó la caja de jugo, para vertir el contenido en un vaso y beberlo con prisa. Abandonando así, la cocina.

Se dirigió al estudio y revisó su agenda. Tenía que asistir hoy a su trabajo.

—¿Cómo te sientes?—llamaba la atención de la morena, que estaba sentada justo frente a ella.

—Pesada, con algo de dolor en mis pies y con más hambre. ¿Eso es normal?— preguntaba.

—Supongo que sí, son cosas que vas a tener que soportar mientras sigas embarazada.— la joven pelirroja tenía mil preguntas para la chica y no iba a guardarlas. —¿Te gusta estar aquí?—

—No puedo quejarme, Jade es un amor.—una sonrisa tímida se formó en sus labios.

—Lo es.— interrumpió la mayor de las hermanas Vega. —¿Qué? No me miren así, esa bruja tiene corazón.— se justificaba, mientras servía una pequeña porción de fruta para Victoria.

—Jade es buena persona, quizá algo odiosa, pero buena persona.—y eso era verdad. Durante todos estos años siendo amiga de la gótica, sabía que tenía un corazón de pollo, sin embargo, prefería no mostrarlo. Y ella, era testigo de lo dulce que podría comportarse Jadelyne West. —Ten en cuenta que ella haría cualquier cosa por ti, Tori.—