Capítulo 2

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Caminaba lentamente por el pasillo de la casa pensando en cómo le daría la noticia a su jefe, porque cuando el rubio se fue a la habitación para darse un baño, él junto a Igor y Hai se quedaron en el comedor esperando novedades de su contacto y unos minutos después les llegó los detalles de donde se encontraba el Gambino menor y la condición en la que se encontraba. Claramente le dieron la tarea a él de informar a Toni sobre la situación en la que estaba su hermano.

-¿Todo listo para partir?- Preguntó Heredia asomando su cabeza por el marco de la puerta de la habitación de Toni.

-Sí ¿Ya tienen la ubicación?- Preguntó terminando de cerrar la última maleta dejándola sobre la cama.

-Sí pero, eh...- Balbuceó agachando su cabeza al sentir los ojos del italiano observandole insistentemente.

-¿Qué pasó? José, mírame ¿Algo anda mal?- El tono preocupado se hacía notar en su voz.

-Tu sabes que pasaron muchos meses desde que le perdimos el rastro a Carlo- Comenzó de forma tranquila pero a la vez inseguro. -Y claramente en esos meses pasan... cosas-

-No des tantos rodeos José, dime qué pasa con mi hermano- Demandó con angustia en sus expresiones.

-Pues, nuestro contacto encontró a Carlo en el hospital-

-Seguramente se metió en alguna pelea o quizás tuvo algún accidente de tráfico, el cabrón maneja como si no hubiera un mañana- Le restó importancia ya que conocía como era su menor y seguramente se había metido en problemas.

-Toni- Llamó con seriedad en su rostro y en su tono de voz.

El italiano le miró atentamente mientras se sentaba en la cama a un lado de sus bolsos, sea lo que sea que le haya pasado a Carlo, al menos ahora sabía que estaba vivo e iría a por él sin lugar a dudas.

-Tu hermano estuvo en coma, recién hoy despertó- Soltó en seco observando al contrario.

Esperó alguna reacción por parte de su jefe pero nada, seguía quieto en la misma posición, pero al acercarse logró ver que sus ojos estaban abiertos de par en par con la mirada perdida en algún punto del suelo de aquella habitación, claramente estaba con su mente navegando en otra parte lejos.

Colocó despacio una de sus manos sobre el hombro del rubio intentando traerlo de vuelta, pero seguía sumido en sus pensamientos y parecía que tomaría algo de tiempo sacarlo de su ensimismamiento.

-Ey, Toni... Toni, Tooooni- Llamaba insistentemente palmeando el hombro del rubio. -¡Despierta! Tenemos que irnos de aquí-

-Es cierto...- Logró balbucear pestañeando un par de veces para salir poco a poco de su subconsciente. -Debemos ir a por Carlo, no hay tiempo que perder-

Se levantó tomando sus maletas con ayuda de Heredia para dejarlas en el salón de la casa, donde llegaba Igor también con una maleta suya y demás bolsos del chino.

-Veo que ya están todos listos- Dijo el asiático viendo entrar a los tres.

-Voy por mis cosas, ahora vengo- Informó José dejando las de Toni para ir por sus propios bolsos.

-Bueno ¿Qué les parece si vamos a comer algo y mañana salimos?- Ofreció con una sonrisa en su rostro.

-No, nos iremos ahora mismo- Demandó el rubio.

-No no, pero escucham...- Intentó convencer al italiano pero éste claramente estaba decidido.

-¡No! Escuchame tú a mi, mí hermano es de quien estamos hablando, iremos a por él lo antes posible- Le miró fijamente con sus ojos oscurecidos al creer que Hai quería retrasar que se encontrara con Carlo.

Ricorda... Mio FratelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora