Especial

165 16 12
                                    

Esto ocurre en diferentes tiempos, pero en la misma realidad. Mejor dicho se cuenta que ocurre con los otros personajes.

Una rubia caminaba cabizbaja por una obscura calle que no estaba habitada. Había vuelto a discutir con su mamá y la mayor la había abofeteado. En ese momento decidió salir de la casa y no volver, ese era su plan, ya no soportaba el maltrato de su madre, pero cada vez que pensaba en su pequeña hermana, la hacía dudar de su decisión.

Mireya no sabía qué hacer, apenas era una adolescente como para llevarse a su hermana consigo.

_Hola...- Mireya se alertó cuando un hombre la veía con mirada lasciva de pies a cabeza. Estaba apoyado en un callejón y no había nadie al rededor - ¿estás sola? - la rubia bajó la mirada y aceleró sus pasos lejos de él, pero el hombre corrió a su lado y la tomó del brazo, asustándola - ¿a donde crees que vas?

_¡Suelteme! - intentó zafarse, pero el hombre la abrazó de las piernas y la cargó sobre su hombro, llevándola dentro de ese callejón - ¡No! ¡no! ¡Bajeme! ¡No! - suplicaba - ¡suelteme! ¡Por favor!

Fue lanzada sobre unas viejas cajas y el sujeto comenzó a deshacerse de su ropa, arrancándola bruscamente ante la resistencia de la rubia. Mireya comenzó a llorar, gritando por ayuda, cuando sintió el peso del hombre sobre ella. Pero algo extraño sucedía, el hombre no se movía, estaba inconsciente.

_¿Te encuentras bien? - preguntó una joven mujer de cabello corto, miraba preocupada a la mujer que seguía llorando - vámonos, rápido - tendió su mano - podría despertar.

Mireya tomó su mano rápidamente y se levantó con su ayuda, vio como la extraña chica volvía a tomar de su bate de béisbol y golpeaba nuevamente la cabeza del hombre.

_¡Maldito asqueroso! - lo golpeó una última vez con el bate y le propinó una patada en el rostro, reventando su pómulo. Lo escupió en la cara y retrocedió al lado de Mireya - vámonos - volvió a tomar de su mano y la llevó deprisa lejos del lugar - voy a llamar a la policía y le voy a dar su paradero, tú no te preocupes, lo dejé bien desmayado.

Media hora después, Mireya recibía todas las atenciones de la pelicorto. La chica desinfectaba la pequeña herida que tenía en su frente que se ocasionó al intentar defenderse y tenía una manta sobre ella para cubrir su cuerpo ya que su ropa estaba rota.

El la otra realidad, Mireya había logrado escapar, pero había matado al hombre en el proceso, era por eso que había terminando en la cárcel injustamente, todo para que después Laura termine lo que el hombre quizo intentar.

_¿Estás mas tranquila? - Mireya asintió - que bueno - sonrió - me llamó Laura, ¿tienes hambre?

_Mucha - respondió - pero no puedo volver a mi casa para cenar.

_¿Por qué? ¿te echaron?

_No...es que, es mi madre - bajó la mirada.

_Entiendo - asintió pensativa - si quieres...puedes andar conmigo - Mireya la observó esperanzada - yo tampoco tengo un hogar, pero tengo un grupo de buenos amigos y todos tenemos una pequeña casa abandonada donde dormimos. Si no te parece mala idea, puedes venir, yo te cuidaré hasta el dia que quieras irte.

_¿En serio? - decía conmovida.

_Por supuesto, no es tan lej- Laura fue abrazada de inmediato por una emocionada Mireya, cayendo de espaldas contra el césped - oye...- decía nerviosa - ehhh...tu ropa - no sabía qué hacer - se te ve todito - tomó la manta que estaba a un lado y con ella, abrazó a Mireya, cubriéndola de cualquier mirada y del frío.

_Te lo agradezco - decía Mireya, aún abrazada a ella.

_No hay problema, sólo tengo que decirte algo, no quisiera que te incomodara después.

RETURN // WARMI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora