—¡Hey, Chu!—un par de dedos se chasqueaban con insistencia, a pocos centímetros de mi rostro, eliminando toda reflexión que atravesara mi conciencia—¿estás prestándome atención o estás de nuevo en tu mundo?
—Oh, Lisa, perdón, estaba distraída.
Mi mejor amiga me dedicó una mirada teñida de incredulidad por algunos segundos. Tras aquello, dirigió su diestra hasta mi hombro, propiciando algún par de palmadas suaves en aquella zona.
—Siempre lo estás, Jisoo—comentó de forma divertida, sesgándose hasta que su espalda tocara el espaldar de la silla—pero a mi parecer, lo interesante sería indagar el porqué.
Hesité por algunos segundos, el contarle de mis sueños, el cuestionar por una opinión ajena pero confiable, mi estado de ánimo. Pero ante aquello, preferí hacerle otro tipo de pregunta.
—Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? —Asintió frenéticamente, girándose hasta mí y llevando su taza de café hasta el borde de sus labios, dándole un sorbo—¿Qué...qué sentiste cuando conociste al amor de tu vida?
Algún momento, transcurrió en su mirada desviándose al vacío, seguida de una genuina sonrisa, probablemente acoplada a recuerdos.
—Pues digamos que no fue algo ciertamente sencillo—mencionó dirigiendo su mirada hacia mí—posiblemente parecería que jamás lo haría, pero de lo que si era consciente, era que solía soñar con un rostro desconocido, aunque claramente, en mis sueños era conocido, en mis sueños le dedicada cada mirada, cada suspiro, cada sonrisa...Y cuando despertaba, no me sentía triste, ciertamente sentía una felicidad inexplicable. Hasta que un día, noté una mariposa azul volar cerca de mi ventana, sería un suceso que dejaría pasar, de no ser porque cada día, pasaba sin falta, no había día que no la notara, así como no había día en el que no tuviera aquel tipo de sueños. Mi madre me mencionó que sería algún tipo de señal, que una mariposa era sinónimo de perseverancia que se refleja en los miles de kilómetros que recorren hasta que logran su meta. —tomó una pausa, tomando otro sorbo de café—Fui completamente escéptica ante ello, hasta que un día, decidí acompañar a mamá a un viaje algo largo, entonces...La conocí, su sonrisa era tan radiante como lo sigue siendo, la brisa chocaba con su cabello, y sus pequeños y fúlgidos ojos me veían como si llevara una vida conociéndome, los sueños se reproducían imagen a imagen, cada que dedicaba un segundo más para verle, pero lo mejor, fue aquella mariposa azul, que revoloteó a su lado, lo había comprendido todo, Jennie era la persona que mi corazón esperaba.
—Wow, eso fue...—suspiré audiblemente, sin expresar más opinión que mis orbes fijos y mis belfos levemente abiertos—me has dejado sin palabras.
—Aunque pareciera una historia de ciencia ficción, para mi es aquella que estaré orgullosa de contar a cualquiera—expresó sonriente, aunque aquella expresión se esfumó en segundos, concluyendo en que me mirase de reojo, con una ceja alzada—Espera un segundo, ¿por qué me preguntaste eso? Hasta donde tengo entendido, eres apartada con cuestiones de amor, o algo por el estilo.
—Solo era curiosidad.
—¿Era realmente eso? —insistió con un tono aligerado de sarcasmo—¿es que acaso estás buscando algún tipo de señal porque digamos...te está ocurriendo lo mismo?
Intenté mantenerme firme ante cualquiera de sus comentarios, aunque Lisa era muy inquisidora e insistente si de averiguar una simple respuesta se tratase.
—¿Qué tonterías estás diciendo? —eludí golpeando su hombro sin mucha fuerza—tan solo era una simple pregunta.
No cedí ante su mirada de índole sarcástica, ella la erradicó negando con una leve sonrisa.
—Ay Jisoo, si no quieres decirme, está bien, ¿pero te doy un consejo? Sé más atenta a lo que te obsequia tú alrededor, quizá así, lograrás definir mejor tus enigmas...
𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ©
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(🌸)𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ║ 𝖢𝖧𝖠𝖤𝖲𝖮𝖮.
Hayran Kurgu(🌿) 𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈: la palabra proviene del griego, y a su vez, del turco merak, que significa "Hacer algo con amor y creatividad, poniendo el alma en ello". "Aquí brota el árbol de cerezo más fastuoso que jamás haya constado en la tierra, y florece...