main | hange zoe. [corrigiendo]

V

"Sonrió recordando ese momento."

Capítulo V: Entre lesiones y desapariciones, la vida es corta

En todas de las mesas del comedor, Bennett estaba en una solitaria sosteniendo un libro que cubria mayor parte de su cara, dejando un pequeño espacio para ver lo que pasaba a metros de ella.

Era más que obvio que disimulaba leerlo y no era porque no le interesaba, sino que una mujer a unas cuantas mesas de distancia captaba su atención absoluta.

Los murmullos de los demás  desaparecian lentamente, mientras que su mayor y ella eran las únicas sobrevivientes ante ese silencio en su imaginación.

Todo era tremendamente relajado hasta que un sonido agudo de la bandeja chocando contra la mesa la sacó de su pequeño trance, estremeciendola; al instante volteó a ver a su izquierda, observando de que persona trataba sentarse en su misma mesa.

Era el joven de cabello castaño y ligeramente moreno, su buen amigo Moblit llegó con ella, y había dejado su comida en la mesa.

—Perdón si te espante, te ví sola y pensé en hacerte compañía —comentó suavemente mientras se sentaba—. ¿Qué tal a mañana?

Bennett sonrió y cerró rápidamente su libro.

—¡Moblit mi gran amigo! Hace tiempo que no te veía, ¿Donde te metiste?

Él solo suspiró.

—Los proyectos en los que estoy trabajando son complejos y lo son más aún cuando la líder está —dejo en un leve suspiró—. No tengo ni idea cuando fue que me ofrecí a ser su secretario. ¿Tan loco estaré?

—Ni tanto, mira mira que tienes el privilegio de ver a Hange todo el tiempo.

—No sé si diría que es suerte, pero al menos hoy descansó de todos esos dolores de cabeza.

Dijo, para después dar una mordida a su empanada; Bennett para evitar que su comida se desalentara imitó su acción. A decir verdad casi no tenia hambre.

—¿Hoy si vas a ir al entrenamiento?

Bennett asintió.

—Que más quisiera quedarme en mi cama, pero tengo que ir. El capitán me matara si se enterará que volví a faltar—suspiró— todo sea por la libertad, Moblit. La ultima vez tome la excusa de que no podía hacer ejercicio por mi disque lesión en el tobillo aunque apuesto a que Levi supo que era mentira.

—¿Te imaginas si la líder hubiera dicho que tu tobillo estaba sano? El capitán se habría salido con la suya  —murmuraba mientras tomaba su bebida.

—Esa vez ella me ayudo mucho mintiéndole, pero no me gustaría hacerlo de nuevo. No solo era el hecho de que me diera flojera ejercitarme si no es que de verdad me había afectado lo que pasó con mi padre, ya sabes...

—Si bueno sobre eso...

Antes de que terminara de hablar la campana sonó dando el fin del desayuno; a Bennett no le quedaba de otra. De su plato, tomo el pedazo de pan y lo metió en el bolsillo para después levantarse de la meza no sin antes de dedicarle unas palabras a Moblit.

—Suerte —dijo al verla casi irse—. Es lo que mas se necesita últimamente.

Que distintivas fueron sus palabras tanto que Bennet se quedo pensando por un buen rato sobre su significado.

(...)

Después del combate cuerpo a cuerpo, ella termino no muy bien que digamos; se sabia que era bastante débil fisicamente pero de mente, jamas. Fue así como su paradero fue la enfermería, no sabia ni cómo ni cuándo llego ahí. Lo ultimo que recordaba fue un puñetazo dirigido a su mejilla.