main | hange zoe. [corrigiendo]

X

"—Sus palabras fueron..."

Capítulo X: Tal vez un poco exagerada mi curiosidad por ti

—¿Levi?

Bennet escucho a sus espaldas ese nombre el cual solo le formo una mueca de desagrado sin embargo, se desvaneció en cuanto reconoció su voz. Oh no... Pareciera que las mariposas en su estomago revivieron al saber de quién se trataba. Esa sensación de nuevo.

Se dió medio vuelta y encontró su silueta. Su corazón latía con rapidez y hasta por un momento, se le olvido su propio nombre. Ay no... Por alguna razón comenzó a preocuparse del como se veía. ¿Estaba despeinada? ¿Se veía mal? ¿Olía a sudor?

Comenzaba a entrar en pánico pero poco a poco se tranquilizó; después de unos micro segundos logro salir de su pequeño trance y antes de soltar alguna palabra esbozo una sutil sonrisa, la cual Hange percató enseguida y se atrevió a hablar antes que Bennet.

—¡Chica qué haces aquí! —simulo claramente sorpresa—. El destino siempre decide juntarnos, ¿No lo crees? 

—La pregunta es, ¿Acaso nada espiando por aquí? 

—No. Bueno, un poco. Me dijeron que Levi estaría por aquí, chica. ¿Sabes algo de él?

—Agh... —dió un largo suspiro— ni me lo recuerde. Hace unos minutos estuvo aquí, pero para mi fortuna se fue enseguida. 

—Dejar adivinar, ¿Te puso a limpiar?

—Más que eso. Empiezo a pensar que tiene una obsesión en erradicar toda la suciedad del mundo. ¿Estará todo bien en su mente? 

—Ou, supongo que ya te dejo un trauma con eso —rió ligeramente—. Dime, ¿Cuántas veces has aseado este cuarto?  ¡Se ve reluciente!

—¡Pienso lo mismo! Por un momento creí que era yo quien estaba mal en realidad pero ahora que me lo dice, puedo saber que no es así. Ya casi voy por la cuarta vez, ¿Sabe cuando me dira qué paré?

—No lo sé. ¿Te molesto si me siento? 

Bennet nego ante su pregunta y Hange se sintió en el pequeño sofá que había a un lado de la puerta mientras daba un largo suspiró el cual, puso en una gran alerta a la menor. Por alguna razón su piel se erizo al escucharlo y su ritmo cardiaco aumento el doble o hasta el triple. 

Se quedo por un momento más rígida que una piedra, ¿Qué le pasaba? No era la primera vez que se quedaba sola con ella. 

Hange con su sexto sentido, logro descifrar por qué Bennet a penas y podía respirar.

—Hey no te pongas nerviosa, mi niña. 

Hange no parecía ser de mucha ayuda, ¿En qué estaba pensando al decir lo ultimo? ¿Creía que iba a romper el hielo con eso? Pues al parecer resulto ser lo contrario.

—¿C...Como me dijo? —fue lo único que su lengua pudo pronunciar.

—¿E..Eh? Nada olvídalo —dijo mientras desviaba la mirada—. Te recomiendo que limpies debajo de la cama no tarda en decirte algo aquel. 

—¿Debería? Bueno, supongo que sí. Lo conoce más que yo.  

Después de lo dicho, Bennet tomó la escoba que estaba recargada en la pared y comenzó a barrer donde le dijo, dandole la espalda pero a pesar de eso sentía la mirada de la mayor.

<<¿Habra sido buena idea venir con ella? Sí, solo no espero decir mas babosadas.>> pensó Hange.

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