IV

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  "Observaban como todo había salido, y a su fortuna fueron grande resultados."

                                                     Capítulo IV: Mi cadete favorita

Bennett con libro en mano, caminaba hacia el comedor imaginando todos los hambrientos soldados que iba a haber; al entrar se llevó una gran sorpresa al ver que no había alma alguna.

Se aprovecho de la situación, tomó un poco más de comida que de costumbre y se sentó en una de las mesas, mientras bostezaba habría el libro que tanto le gustaba en su respectiva página,  comenzando a leer como si se tratara de un periódico.

Tanto era su interés por la trama que, inclusive olvidó tomar su amado café cuál frío estaba; el ambiente era perfecto para su lectura y es decir, era silencioso y pasivo, cosa que jamás había pasado.

Después de mucho tiempo, noto la presencia de alguien más, bajo el enorme libro de su vista y una chica con cabello despeinado, sentada en la silla de enfrente, recargadando la mejilla en su mano la  observaba con entusiasmo.

—¡Hoy es un gran día! —exclamo en un tono de canto, elevando las manos— ¡Un día de descanso, chica! —se levanto de la silla festejando.

Era la única persona que le llamaba de tal manera y a decir verdad, amaba que le dijera así es más, le encantaba cada palabra de su mayor.

—¡Tiene razón! —apoyó—, por fin podremos descansar, ayer trabajamos mucho —suspiro.

Hange dejo de festejar al recordarlo y la miro a detalle.

—¿No te has resfriado, cierto? —se acercó a ella preocupada.

—negó— si lo hiciera se que usted me cuidaría bien —sonrió—, yo soy quien debería estar preocupada. Ayer le cayó toda la lluvia —comentó con timidez.

Hange sonrió por tales palabras.

—¡Soy inmune ante eso! Cierto, cierto —comento con rapidez— no le digas a Levi que vengo a insistir —susurro—, pero quiero presumirté algo —guiño el ojo.

Se encontraba más misteriosa de lo normal, Bennett enseguida quería saber de que trataba.

—El capitán no se enterará de nada —susurró cómplice— yo la acompañaré hasta que el mundo se acabe  —hablaba con gracia, mientras recogía sus cosas e iba con su mayor.

—Entonces sígueme, chica —dijo llendo a la salida y Bennett le seguía el pasó.

(...)

Al llegar al jardín a Hange se le iluminaron los ojos y corrió en cuanto vio a su nuevo amigo, que de un nuevo titán se trataba. Ella  lo señalaba, enseñándoselo a Bennet como si se tratara de un regalo para ella.

Bennett lo veía impactada, mientras caminaba a su dirección.

—Tiene cara de que se llama Tommy —comentó viéndolo a detalle—, jamás había visto un titán tan tranquilo. Esa sonrisa que tiene, es blanca como las nubes.

Se inclinaba ligeramente para examinarlo mejor.

—¡Sabía que dirías eso, pensé lo mismo en cuando lo ví! —decía maravillada— no me gusta que este encadenado, pero es para cuidarlo  —suspiró mientras lo veía con lastima.

—Debe quererlo mucho —insinuó—, este chico tiene suerte —murmuró tocando la frente de la criatura.

—No más suerte que tú, querida. Si se tratara de tí, estarías encadenada para que nadie te robara e inclu...

Sus fantasías la traicionaron y se calló enseguida al saber lo que estaba por pronunciar e inclusive hacia unas  muecas reclamando contra su ser: era algo que no tenía pensado decir.

Bennett sabia que su mayor no era tan inocente como aparentaba, y ella tampoco lo era.

—Entonces me dejaría encadenar por usted, me convertiría en su sumisa y seguiría todo a pie de letra como buen soldado —contestó pícaramente.

Hange la miro con sorpresa, mientas que sus ojos paseaban por todos los lugares de su cara y por casualidad se desviaron a sus labios, pensando un poco mas de lo debido...

Al realizar que era las cosas que pasaban por su mente, desvió la mirada con un ligero sonrojo.

Al pensar bien lo que ambas habían dicho, fue vergonzoso al momento sin embargo, reconocían que era gracioso en algún sentido.

Como si se tratara de leer pensamientos, carraspearon la garganta ligeramente al unísono y la menor cambió el tema por completo.

—Aún hay muchas cosas que averiguar de los titanes.

—Esas cosas las quiero averiguar junto a tí —contesto sin pensarlo.

Bennett sonrió por lo franca que era.

—Lo que mi mayor diga —guiño el ojo—, el chico que han traído me ha caído bien, se ve que es... Simpático.

—¡A que si, lo escogí pensando en mi cadete favorita! ¡Ahora que alguien traiga una hoja y un lápiz, que anotarémos cada vez que pestañeé! —grito hacia el cielo.

Bennett reía, si que la estaba pasando bien y era algo que desde hace tiempo no sentía, reconocía que cada vez que piensa en Hange deja salir una sonrisa la cual, está llena de sinceridad.

Es así, como la mañana voló entre observaciones y chistes que solo ellas entenderían.

Hange aprovechaba tener a alguien a su lado que entendiese su pasión, y más le gustaba que esa persona fuera Bennett.

Mientras tanto, Bennett sentía cosquilleos un tanto juguetones en su estómago cada vez que Hange le dirigía aquella mirada peculiar.

"Mayor, ¿Usted acaso...? "

main | hange zoe.  [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora