COMIENZO DOLOROSO

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Sus ojitos revoloteantes de felicidad veían con devoción la imagen reflejada en el espejo de cuerpo completo.

En pantalón de cuero que cargaba hacia que sus piernas y su pomposo trasero resaltaran de buena manera. También le gustaba ver como la camisa de rayas negras, y la chaqueta de cuero con leves brillantinas, combinaban bien con la pequeña capa de maquillaje que cargaba en su rostro.

Coqueteó con su reflejo batiendo las pestañas resaltado sus ojos por la sombra y la máscara; como toque final puso en sus pomposos labios un lip gloss sabor a cereza que los hacía ver apetitosos.

Sonrío para sí mismo y se dio ánimos— Tú puedes Gun, hoy es el día. Por fin podrás recibir la atención de P'Off y, quién sabe, tal vez un besito. —Dijo juguetón mirándose a los ojos.

Suspiró y sonrió, entonces salió de su habitación tomando su celular y algo de dinero para meterlo en las bolsas traseras de su pantalón.

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La suave melodía que sonaba en el gimnasio de la prepatoria era la oportunidad perfecta de todos los jóvenes que, en ese baile de graduación, buscaban acercarse a sus amores platónicos.

Gun lo veía así.

Estaba sentado en una mesa alejado de todos con su primo, y mejor amigo, Krist; éste se encargaba de darle ánimos para que se acercara al chico de sus sueños, por el que llevaba babeando todo el ciclo escolar, y hablarle finalmente.

Off Jumpol era mayor que él por un año, es decir, ahora mismo se estaba graduando. Tenía piel pálida que a veces se ponía rosita y lo hacía ver hermoso, a los ojitos de Gun; poseía unos preciosos ojos grises que hipnotizaban al menor con una sola mirada ya que eran brillantes y profundos, similares a los de un felino.

Su nariz y sus delgados labios rositas se juntaban creando en su perfil un arco perfectamente masculino que lo ponía loco; es que sin duda alguna, ese bello espécimen de cabello negro, lo tenía enamorado.

Su objetivo era acercarse a él esa noche, tal vez su plan funcionaría, y bailarían un rato; el mayor le diría que su cabello castaño estaba más lindo de lo normal y lo halagaría por su vestimenta, le daría caricias y, luego tal vez, un beso no estaba de más.

Al ser hijo único de unos reconocidos empresarios en el mundo del periodismo, había logrado sobornar a muchos estudiantes y éstos lo ayudarían a dejarle el pase libre con su platónico. Nada podía fallar.

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El castaño se acercó a la mesa de bocadillos, justo donde estaba su P', y se quedó al lado de él pretendiendo estar solo.

Su primo le dio la señal y entonces el DJ puso una canción lenta de fondo, ese era el inicio de su velada.
Los amigos de Off se alejaron con sus parejas, así como todos los demás, yendo a la pista de baile y sólo quedando ellos dos viendo el panorama.

Tomó un brownie y lo comió lentamente mientras se acercaba despacito al pelinegro.

— Tú lo hiciste, ¿verdad? —Eso lo tomó por sorpresa y miró confundido al mayor— No te hagas, Atthaphan. Tú hiciste toda ésta ridiculez para que yo te sacara a bailar. —Negó con diversión— Deja de fingir ya.

— ¿Qué? —Soltó desconcertado por haber fallado.

— No te la des de niño inocente. Una cosa es fastidiarme todos los días con que te gusto y otra muy diferente es que manipules a todos los estudiantes para que dejen de hablarme. —Expulsó con odio— De por sí el ciclo escolar es demasiado pesado como para tener que soportar a alguien como tú, —Los ojitos del menor se cristalizaron— Por Dios, un niño riquillo, inmaduro y consentido jamás querría algo serio, no entiendo como eres capaz de seguirme jodiendo la vida aún en mi graduación. —Siguió hablando sin permitir que el de mejillas pomposas dijera algo— Creí haber sido claro que nunca me fijaría en ti, entiende que no me atraes. No eres más que un mocoso sin aspiración, esa ropa ni siquiera te queda bien.

Bajó la mirada dejando salir la primer lágrima— P'.. P'Off...basta...

— No. Ya estoy harto de tener que soportarte, gracias por arruinarme la noche. Te salió perfecto. Espero te quede claro que ni siendo el único chico del mundo, aparte de mí, me fijaría en ti.

Sin más, se fue.

La canción Brillas de algún artista latino seguía sonando de fondo y eso incrementó el llanto del pequeño de 17 años.

Salió huyendo de allí.

No quería que nadie lo viera así; con sus ojos rojos y su maquillaje, al que tanto esmero le había puesto, corrido.
Sabía con certeza que seguramente se veía horrible. Tal vez nunca fue fuerte y eso era lo que todos a su alrededor querían que pensara. Y funcionó, porque se creía inmortal.

— ¡Gun! —Oyó el grito de su primo antes de ver todo negro.

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TODOS LOS DERECHOS A zafiro_hades
Gracias por permitirme hacer la adaptación


Nueva historia, espero sea de su agrado ☺️

EL ÚNICO CHICO DEL (MI) MUNDO [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora