EL ÚNICO CHICO DEL (MI) MUNDO [Adaptación]

A SOLAS...

Gun

Solté una carcajada— ¿Qué estupidez es esa..? —Continué riendo.

Él arqueó una ceja— Ésto es serio.

No borré mi sonrisa— Y lo tomo serio pero, vamos Off, nunca hubo ni hay un "nosotros" —Hice comillas con mis dedos— No era necesario que vinieras para hablar conmigo de algo inexistente, pudiste hablarme en la empresa. —Me encogí de hombros.

Se puso de pie— Sabes que sí lo hay. Tal vez no lo hubo, pero ahora sí lo hay, justo ahora.

— Sigo sin encontrarle sentido...

— Me quedaré un mes aquí. —Lo incité a seguir hablando— Y estaré en la empresa, te darás cuenta de que si existe un nosotros.

Rodé los ojos— Si no la controlas no la fumes... Mira, Off. Yo no tengo ganas de ponerme a buscarle tres pies al gato, no sé cual es la necesidad de estar molestandome después de...cinco años sin vernos. ¿Te das cuenta acaso? Cinco putos años. Cada quien su vida. —Él iba a hablar— Y cállate por favor, que si algo aprendí después del maldito accidente en el que casi muero es que tú eres un verdadero imbécil. No tienes derecho, no puedes y no debes, de venir a mi casa a decirme esa clase de cosas.

— ¿Es por eso? —Dijo— Pues déjame decirte que traté de buscarte. Después de la graduación buscaba tiempo donde no lo tenía para ir al instituto, claro que no sé dónde rayos te metías porque nunca te encontré. Luego de tres meses me rendí y decidí buscarte cuando te matricularas en una universidad. Pero nuevamente, no te encontré. Me enteré que habías dejado Pattaya apenas hace tres días.

Suspiré— Pues no tienes que decirme eso, la realidad es que lo del accidente no fue culpa tuya. Ahora, —Señalé la puerta— ¿Puedes irte, por favor?, quiero descansar.

Negó— Aún no he terminado, Gun. —Caminó hasta estar frente a mi— Vamos a intentarlo éste mes. —Habló— Lo que...nunca pasó, pasará. Y sólo tú y yo. A solas...

Lo miré a los ojos con el ceño fruncido y crucé mis brazos— Off, deja de decir estupideces.

Entonces él se acercó más a mí y yo me quedé pegado al piso; apenas me revasaba como por unos centímetros, pero me sentía pequeño con esa mirada que estaba dándome. Puso sus manos en mi cadera.

— Tienes razón...tus caderas anchas son hermosas... —Dijo y sentí su aliento. Menta fresca.

— ¿Qué intentas hacer, Jumpol? —Trataba de que soltara mi cuerpo y se alejara.

Pero él se acercó más— Que las cosas fluyan... —Murmuró.

— No están fluyendo... T-tú —Me estremecí al sentir su nariz rozar la mía—, las estás forzando... —Dije con el mismo tono.

Y no fui consciente de la suavidad que tocó mi boca hasta que sus labios comenzaron a moverse despacio.

Off me estaba besando...