EL ÚNICO CHICO DEL (MI) MUNDO [Adaptación]

AÚN...

Krist.

Caminar por la empresa del señor Lee aún se me era algo difícil, constantemente me perdía por los pasillos, pero gracias al cielo habían quienes se compadecian de mi y me ayudaban a encontrar de manera rápida los lugares correctos.

Ahora mismo estaba bajando del elevador en el piso cuarenta. Veía con mis ojos para todos lados en busca de Gun; sí, sé que debe estar en su escritorio, pero ninguna opción debe ser descartada en éstos momentos.

Doblé en una esquina y pronto ubiqué la otra que me llevaría hacia Gunnie, en ésta esquina me encontré con Singto. Aceleré un poco el paso.

— ¡Hola, Sing! —Entonces me hizo una seña de que me callara. Fruncí el ceño.

— Algo pasa, Krist... Ven, mira allá...

Entonces con cautela me acerqué a ver lo que él me mostró y tuve ganas de gritar.

Ayer fue uno de los días en los que más estuve estresada. Ver a Off Jumpol era algo que ya me esperaba, puesto que había leído la lista de invitados, y de sólo pensar en las diferente formas de como podía reaccionar Gun fue un total escándalo en mi. Casi ni hablamos, en la fiesta estuve al lado de mi madre y del señor Lee. Terminando ésta, no pude irme del buffet porque a muchos les daba "placer" conocerme; uno de ellos era Off.

Pero definitivamente no esperaba verlo hoy en la empresa, menos hablando con Gun, MUCHO MENOS diciéndole de cosas.

¿Bebé?, ¿qué mierda te pasa, Jumpol?, ahora sí que vas a-

— No hagas nada. —Me reprendió Singto.

¡¿QUÉ LE PASA?!, Gunnie me necesit-

“... Papii”

Ah.

Pero no me iba a quedar allí.

Pesé a que sabía que Gun había crecido y que podía con las situaciones malas a la perfección; eso no quitaba que Off fuera un demonio del sarcasmo y en cuanto a tener la lengua filosa se tratara. Debía intervenir de inmediato.

Salí.

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Off.

— El que ahora tengas respeto y un puesto importante no te hace genial, Atthaphan. —Le dije. Noté que iba a responder, pero un grito lo calló.

— ¡Gunnie! —Agh.

Ésto sí que era divertido... Me recordó a los viejos tiempos...

— Te estuve buscando por casi la mitad del edificio. — Krist Perawat. El guardaespaldas de Gun Atthaphan.

— Sabes que siempre puedes encontrarme aquí, Kit. —Ese tono tan cariñoso con el que habla siempre; iugh.

— ¿Estás bien...?

Mi momento ha llegado.

Reí bajo— Bien dicen que las viejas costumbres no se olvidan. El primito, tal cual perro faldero, defendiendo al mayor. No aprenden.

— Está bien defender a una persona que amas. —Dijo haciendo aparición ese alto moreno del tour— Y, señor Jumpol, si quería una cita con el presidente Lee primero debió llamarme para que el secretario Atthaphan lo agendara.

Ese tonito no me agrada.

— Yo ya tenía ésta cita programada. ¿O es que acaso usted no hace bien su trabajo?, porque no lo vi en su escritorio cuando llegué.

Con eso supe que había ganado la batalla, y lo terminé de confirmar cuando los pasos comenzaron a escucharse por el pasillo y luego la voz de Lee a mis espaldas.

— ¡Off Jumpol, la viva fotografía de tu padre!, sabía que algo se me había pasado por alto y eso fuiste tú, muchacho. Espero que me disculpes, se me olvidó avisarle a Gun que me agendara una cita contigo y como lo olvidé salí con mi prometida, espero no hayas pasado un mal rato esperando.

Sonreí ladino mientras veía a esos tres ignorarnos— Pará nada, usted tiene un muy buen equipo de trabajo.

— Lo sé, pero vamos a la oficina. Negocios hay que verlos como se debe.

Cierto. Al menos si voy a perder tiempo viendo a Atthaphan aquí en Bangkok, debo aprovechar que aún le gusto.

Sí, porque aunque han pasado los años pude notar algo en la mirada de Gun y ese niño no sabe disimular qué, aún le gusto.

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