EL ÚNICO CHICO DEL (MI) MUNDO [Adaptación]

EL AMOR...

La espalda de Off pegó contra la pared del departamento de Gun.

Sus labios encontrándose y sus respiraciones siendo tan pesadas, estando combinadas. Manos traviesas dentro de la ropa contraria y las lenguas juguetonas.

— Gun... —Suspiró Jumpol contra los labios ajenos.

Sus grandes manos se posicionaron en las caderas del castaño. Y fue él mismo quien lo jaló para que comenzaran a caminar a la habitación principal.
Gun sintió su espalda chocar contra las pulcras sábanas y luego el suave, menudo y bien formado, cuerpo del mayor sobre el suyo.

Los besos fogosos y llenos de pasión no se hicieron esperar nuevamente. Las manos de Gun estaban en la nuca del pelinegro, tiraba de él como si fuera posible estar más cercanos; sin nada de distancia.

La ropa había comenzado a estorbar desde tiempo atrás. Ambos estaban sólo con sus bóxers ahora; sus erecciones se frotaban descaradamente con sólo la fina tela siendo el único impedimento de que estuvieran piel con piel.

Gun lo sabía...

Iba a pasar.

Aunque casi no podía pensar bien por tener la mente nublada de placer, estaba seguro de que no era tiempo de detenerse cuando Off tomó con la punta de sus dedos el borde de su ropa interior para comenzar a bajarlo mientras besaba la zona de su abdomen bajo, rozando su pelvis.

Suspiró.

— Off... —Lo llamó en un susurro gozoso— Es mi primera vez. P-por favor...

Con los ojos cerrados, pero pudo sentir como el azabache asintió a sus palabras.

Estaba seguro de que cuando eso haya pasado, no significaría un simple acostón.

Off retiró completamente su bóxer luego de botar en alguna parte el del menor, dejando a éste una buena vista de su falo efecto que chorreaba pre-semen. Las venas marcadas desde la base y, oh, esa punta rosa que estaba levemente hinchada.

Nuevamente sus bocas tuvieron encuentro y el mayor con sus lentitud dirigió su mano derecha a las nalgas del menor. Las apretujó y moldeó por un rato para después poner un dedo sobre la estrecha entrada de Gun.
La acarició tentandolo y luego lo introdujo hasta sus nudillos.
Lo comenzó a mover, y luego metió otro.

Gun comenzó a jadear con satisfacción contra sus labios.

— Más... M-más, Papii por favor...

Otro dedo fue de entrometido entre las mejillas traseras de castaño. Moviéndose con delicadeza, estirando sus paredes.

Se separaron y Off sacó su mano.
Sus miradas se juntaron y un brillo especial en los ojos del otro les hizo entender. Ahí era; el lugar donde sus corazones ansiaban llegar, justo allí. Frente a ellos.

— Te amo, Gun...

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