- ¿Y? ¿Qué tal estuvo el viaje?
Habían pasado solo algunos segundos después de haber escuchado aquella pregunta, Valentina estaba sentada sobre aquella suave superficie, inmóvil, con los labios entreabiertos y pestañeando repetidas veces, tratando de identificar dónde se encontraba ahora y por qué no estaba rodeada de frondosa vegetación...
Uno, dos y tres segundos después, como si se tratara de despertar del sueño más vívido que había tenido, chocaba con la gran verdad de que esa realidad carente de concreto y de luz únicamente natural no era la realidad a la cual pertenecía, sino a la actual, en la cuál existía sentada sobre ese sillón de cuero.
Solo quedaba la realidad donde Yooko ya no estaba, donde Juliana no llevaba una lanza en la mano y donde no debía anhelar su piel, su aroma, su cercanía cómo lo estaba haciendo en ese mismo momento.
Inmediatamente llevó una mano sobre su pecho, en el cual una opresión nacía, notando al mismo tiempo que su corazón latía muy rápido.
- ¿Valentina? - volvió a escuchar la voz de Camilo, esta vez mejor enfocada en sus palabras - ¿Todo bien?
- Sí yo...- su voz se escuchó ronca, tuvo que humedecer su garganta antes de volver a hablar, a su izquierda podía sentir la mirada de Juliana clavada en ella - estoy bien - soltó débilmente sin poder volver su rostro hacia ella.
- ¿Entonces? ¿Me van a contar o no? - preguntó Camilo quien se moría por saber lo que habían visto.
Juliana notó que Valentina estaba muy tensa.
¡Y Diablos! ¡Por supuesto que la entendía! - exclamó mentalmente la morena inundada en su propio asombro.
Ella misma apenas podía concebir todo lo que había significado la primera vida de ambas y todo lo que había sentido, tan intensas emociones que aún recorrían su ser como si no hubiesen sucedido hace miles de años y en tiempos tan diferentes.
- Tío...yo te contaré todo luego ¿Sí? - le prometió Juliana a Camilo al verlo muy expectante.
Valentina exaltada por tal promesa rápidamente giró su cabeza para mirarla, Juliana temió que se hubiese lastimado alguna vértebra con ese movimiento.
- Claro...no todo todo - agregó calmando a la ojiazul.
- Bueno no todo, pero de esto sí por favor - dijo Camilo señalando sobre el regazo de su sobrina, llamando la atención de ambas.
Juliana frunció el ceño, pero miró hacia donde indicaba su tío y alcanzó a ver un cuaderno que al inicio de la regresión no estaba allí.
- Explícame qué significa esto - le dijo su tío señalando las figuras que había dibujado.
Juliana las miró bien y no pudo evitar sonreír de lado.
Valentina con curiosidad, se puso de pie, sorprendiéndose de que sus piernas temblorosas la hubiesen sostenido con éxito al primer intento, se acercó lentamente al lado de Juliana para ver la imagen, aunque al mismo evitando invadir el espacio personal de la morena.
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Café con Leche
Roman d'amourElla dijo "No me gusta que toquen mi rostro" y fue todo lo que necesité para saber que era real.