Wei Wuxian siempre ha estado rodeado de muchos tipos de Alfas, en el mundo del espectáculo es casi imposible escapar de eso. Pero ninguno de ellos había podido llamar su atención hasta que conoció a Lan WanJi, ese hermoso Alfa de ojos dorados que lo...
Lan WangJi soltó un suspiro mientras observaba a la persona que estaba frente a él.
-Por favor señor Lan -dijo el director del drama en el cual Lan WangJi había participado- Podemos arreglarlo, de todas maneras fue el señor Wei quien renunció
Lan WangJi frunció el ceño al escucharlo.
-Wei Ying no renunció -dijo con voz seria- Ustedes lo despidieron antes, por culpa de sus falsos rumores...
-Pero hacía ver mal a la compañía televisiva -interrumpió el hombre- Pero con usted es diferente, su talento es indispensable
Lan WangJi frunció levemente el ceño.
-Puedes quedarse con las canciones -dijo Lan WangJi observandolo fijamente- Y conseguir un reemplazo para el resto
El director lo miró con los ojos abiertos en sorpresa.
-¿Qué? -murmuró- Señor Lan no existe nadie que pueda igualar su talento, no puedo creer que todo sea por culpa de ese Omega...
Lan WangJi entrecerró los ojos, y sin siquiera darse cuenta tenía a aquel director sujeto del cuello de su camisa.
-No te metas con mi Omega -gruño.
La puerta se abrió dejando ver a una de las secretarias, que inmediatamente interfirio antes de que aquello empeorará.
-Señor Lan por favor -dijo la chica- Será mejor que se detenga
Lan WangJi parpadeó y soltó al hombre enseguida.
-Lo lamentó -murmuró- Me retiró primero
Sin decir nada más, el Alfa salió de la oficina del director de la televisión.
Pasó sus manos sobre su cabello, ¿Que había sido eso?
Desde hace unas semanas, Lan WangJi había comenzado a experimentar unos leves cambios de humor.
¿Tal vez se trataba solamente de que su celo se estaba acercando?
Tal vez solamente debía tomar unos supresores, si no quería que aquello terminará de una mala forma.
Suspiró, pero sin duda alguna no se arrepentía de defender a su Wei Ying de cualquier forma de la que sea posible.
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Para cuándo Lan WangJi llegó a su casa, la encontró extrañamente silenciosa.
Aún era temprano para que Sizhui volviera del escolar.
Pero aún así, Wei Wuxian debería estar por ahí llenando el apartamento con su risa o probando sus artes culinarias peligrosas en la cocina.
El Alfa frunció el ceño mientras se acercaba hasta la habitación que ambos compartían
