Alice y el torneo de los tres magos [AIH#4]

23. Y todo acabo como...

—¡Ya te he dicho que no recuerdo! —exclamaba mientras era hostigada por Maxen en el momento que marchaba a Aritmancia.

Alice no recordaba nada sobre el incidente del bosque, y el no recordarlo hacia a Maxen enfurecer bastante, en especial porque Liam compartió la imagen de la francesa en brazos del Odinson, al igual que previamente al incidente se les había visto jugando quidditch en la cancha.

—Acuérdate —pide el Abernathy parando su paso—. Fue un golpe en la cabeza, pudo haberte pasado algo grave, Alice —colocaba con suavidad su mano en la cabeza de la castaña clara.

—No paso nada grave, Maxen —aclaraba desconcertada por el acercamiento, desviando la mirada—. Así que con tu permiso, tengo clases.

Pero no eran solo Maxen quien insistía con el tema, también Cornelia andaba insistiendo sobre el tema, cada vez que preguntaba, la principal persona que ganaba una mirada suya, era Frida, esta pareció hacer distancia, hasta bajarle un poco a la actuación que andaba haciendo, pero eso no quitaba el hecho de que seguía poniendo la mirada en Alice.

Que solo tenia ojos para que la dejen en paz.

Además de para su tranquilidad, Harry tampoco ayudaba mucho, si se veían o hablaban, resultaba en una enorme discusión, Alice estaba tentada a enviarle a la enfermería de un simple puñetazo. Solo que se contenía.

Después de todo, los gemelos... George hacia un increíble trabajo haciéndola distraer, ya que Fred, parecía muy enfrascado en lo relacionado con los Sortilegios Weasley.

Las cosas se comenzaron a calmar entre los Odinson y Abernathy, o eso aparentaban.

Así que lo único que no andaba calmado, era esa primera clase del lunes, cuando colocaron a Alice y Harry, en pareja para realizar la actividad.

—Bien ahora ustedes plantaran sus propios bubotuberculos, es un poco fácil, pero se que algunos no son muy buenos en eso y necesitan ayuda de otros —Alice miro a Harry con susperioridad—. Aquí están las macetas, y las semillas.

—Ve por la semilla, yo ire por la maceta.

—¿Por qué tu no vas por la semilla y yo por la maceta? —pregunto Harry malhumorado.

—Como quieras —responde Alice, caminando por los bebes.

—Yo creo que deberías disculparte —le dijo Ron en la fila para recoger las semillas de bubotuberculos.

—Yo no soy la que hace drama, es él que esta con el drama —señaló Alice, indignada. Tomando al la semilla, y llevándolo a su lugar con Harry.

Empezaron trabajando en silencio, Alice tan solo le indicaba flojamente como lo debía de hacer su parte del trabajo, mientras leía el libro de Herbologia, aunque cuando Harry miro para ver a Alice, si le indicara lo bien que lo estaba haciendo, el bubotuberculo, pataleo e hizo que toda la maceta pringara sobre Alice.

—¡Harry! —chilló Alice levantándose y escupiendo la tierra que le caía en los labios. Harry empezó a soltar una risa, pero Alice le callo metiendole tierra en su boca.

—Ja ja —pero se volvió en una verdadera risa... un cuanto malévola.

Harry tomo la tierra que había caído sobre su mesa y se la embarro en la cara. Este sonríe satisfecho, sin antes recibir un puñado de tierra de Alice.

—¡Señor Potter! —Dice la profesora Sprout un poco ofendida por el comportamiento de Harry—. ¡Señorita Argent! —Se veía bastante ofendida y molesta por el comportamiento tan infantil de los jovenes—. ¿Cuántos años tienen? ¿Nueve?