--P R Ó L O G O--

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Llegó a su casa como cada tarde, llegaba a comer y luego se iría otra vez, su trabajo como jefe de la policía demandaba su tiempo completo, y más si era un hombre tan orgulloso y entregado como Enji.

_Ya llegué. –avisó fuerte y claro, dejando el saco que llevaba para el frío en el perchero y entrando a su casa, fue recibido por Rei que llevaba aún el mandil de cocina, estaba un poco nerviosa de aún no haber terminado por completo el almuerzo, muchas veces el Todoroki mayor hacía problemas por la puntualidad de las cosas, debido a que su tiempo era tan limitado y según él "se daba el tiempo" de venir a casa.

_Bienvenido, querido –lo recibió la albina acercándose a él para darle un apenas pico en los labios, al menos con eso, Enji no estaría tan enojado, y además, del invitado que tenían- ahora mismo te sirvo el almuerzo.

_¿Qué? ¿aún no está listo? Ahora va a estar caliente –iba a soltar una lisura pero se encontró con un par de ojos dorados que lo veían atento, como analizándolo con detenimiento, entonces Rei al verlo volvió a acercarse a su marido.

_Sí, lo siento, es que la nana no pudo ir a recoger a Touya y demoré, también demoré porque el señor Takami me pidió que trajera a Keigo, y ya sabes que él y Touya son muy amigos –habló con miedo, casi temblando en sus palabras, cuando a Enji no le avisaban las cosas con anticipación se enojaba, pues detestaba ser sorprendido, como ahora, que tenía según él, todo el derecho de poder insultar, pero tuvo que contenerse y morderse la lengua por ese par de ojos dorados que nunca dejaban de mirarlo.

Keigo era el mejor amigo de su hijo mayor, Touya, un día lo llevó a la guardería y cuando lo fueron a buscar en la tarde, tenía de la mano a un niño que se veía chiquito, descuidado y como perdido, Touya se negaba a soltarlo, y no tuvieron más remedio que aceptar llevar a ambos a su casa, con el permiso de los padres del pequeño desconocido claro; y pasado el tiempo, muy al contrario de lo que pensaban, el chiquillo una vez entró en confianza no dejó de hablar y hablar hasta que se fue.

Al principio a Enji le molestaba, Keigo andaba por toda la casa como si fuera suya, claro, la curiosidad a los 4 años era normal, pero Enji no lo soportaba; miraba y tocaba todo, incluso entraba a su estudio y se paseaba por ahí ante la mirada sorprendida y enojada del pelirrojo, pero lo único que hacía Keigo al notar que Enji lo quería ahorcar, era sonreírle e irse corriendo.

Finalmente le había tomado cariño, ya habían pasado dos años desde que conoció a ese mocoso y se acostumbró a su presencia, incluso lo trataba como un hijo más, "su cuarto hijo" le decía, pues Touya era el mayor con 8 años, Fuyumi con 7 y Natsuo con 3. Le enseñaba cosas acerca de su trabajo, ya comenzaba a responder las infinitas preguntas que hacía todo el tiempo, pero claro, seguiría siendo un mocoso irritante para él.

_Buenas tardes, Keigo, hola, Touya –saludó a ambos menores que se encontraban en el suelo de la sala jugando a los superhéroes con sus juguetes.

_¡Hola señor Enji! –saludó animadamente el rubio junto a una gran sonrisa, siempre era tan eufórico que a Enji lo irritaba.

_Hola, pá –saludó despreocupado el hijo mayor, ni siquiera miró a su papá para saludarlo, Enji solo suspiró, ya se acostumbraba a la temprana rebeldía que Touya demostraba, solo tenía 8 años y ya lo veía como el hijo problema.

Entonces Enji pasó al comedor, a pesar de siempre estar tan irritado y malhumorado con todo, la verdad, se sentía bastante feliz y cómodo, de una u otra forma Keigo alegraba la casa con sus risas escandalosas y ánimos infinitos propios de su edad.

_Oye, Touya... ¿qué es eso que hicieron tus papás antes? –preguntó curioso el menor de ambos luego de ver a los adultos besarse, no estaba acostumbrado a ese tipo de muestras de cariño, pues la única muestra de cariño que sus padres demostraban eran gritos y golpes.

El pelirrojo lo miró sorprendido y un poquito sonrojado, esos temas eran de adultos según lo que le dijeron cuando preguntó.

_Eso es algo que hacen los adultos cuando se quieren mucho, juntan sus labios –explicó brevemente y susurrando, no quería que sus padres lo escuchen hablar de eso y lo regañen después, eran muy estrictos con los temas de ese tipo.

_Oh...

Keigo se puso a pensar en eso, entonces eso era un beso ¿no? Había escuchado en los cuentos algo como eso, sonrió con las mejillas rojitas, él también quería hacerlo...

_No te apresures, cuando seamos más grandes podremos hacerlo, Kei –habló animado el mayor mientras tomaba la manito de Keigo y dejaba un besito en esta, el rubio se sorprendió por ese acto y quitó al instante su mano- ¡Oh! Lo siento, pajarito, ¿lo querías en otro lado? –preguntó divertido y se inclinó para depositarle un besito tímido y tierno en la mejilla.

_¡Hey! –se quejó el rubio ante eso, no le gustó, y se asustó, ¿acaso tenía que ser la novia de Touya? No quería, no quería ser novia de Touya.

_Perdón, perdón, quieres guardar los besos para más adelante, está bien, esperaré –respondió el pelirrojo mirándolo sonrojadito y con una sonrisa de bobo.

Keigo agradeció a la señora Todoroki que losllamó para comer, así salió de ese incómodo momento, no quería pensar en quetenía que besarse con Touya, si tendría que besarse con alguien, él queríabesarse con el señor Todoroki, de pensar eso sus mejillitas se pusieronrojitas, ¿Qué era ese latido tan fuerte en su pecho? 

Daddy's Boy ⎯⎯ [ EndeHawks ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora