26

265 33 2
                                    


Hyejoo POV

Cuando escuché aquellas dos palabras salir de entre los labios de Chaewon con aquella voz ronca en susurro, el corazón se me encogió. ¿Estaba haciéndole de verdad más mal que bien? ¿Qué pasaba si Arthur se fijaba en ella? ¿Estaría yo dispuesta a sufrir todo lo que me viniese por aquella persona que ahora mismo estaba acurrucada entre mis brazos?

Sí. Lo estaba. Lo estaba porque cuando ella estaba a mi lado me sentía capaz de todo, y quería ayudarla, quería sacarla de la oscuridad al precio que fuese. Estaba dispuesta a revivir mi corazón después de todo para dárselo a ella si hacía falta.

Ella volvió a subir su rostro para estar cara a cara conmigo, hicimos contacto visual, y entonces una tímida sonrisita apareció en sus labios mientras sus mejillas se sonrojaban, parecía que se había dado cuenta de algo... ¿De qué?

No era momento de pensar en lo que iba a pasar en un futuro, no era momento porque ahora mismo mi mente estaba totalmente centrada en Chaewon, así que tomé su mano y la saqué de la habitación de Heejin, llevándola directamente a la mía.

-¿Está bien si cierro la puerta? -Susurré mirándola, ella asintió y la cerré de forma suave, entonces le sonreí y carraspeé un poco mi garganta. -Tengo... algo para ti. Siéntate y cierra los ojos, confía en mí.

En un principio se vio algo dudosa, pero al final terminó por sentarse al borde de mi cama, asegurándose antes el sitio con las manos, y finalmente cerró sus preciosos ojos marrones. Vamos, Hyejoo, deja de pensar esas cosas.

Saqué de detrás de la estantería el lienzo que había estado haciendo para ella, entonces, una vez fuera, dado la vuelta por si a ella se le ocurría abrir los ojos, me acerqué a su presencia.

-Extiende las manos.

Se vio de nuevo desconfiada, pero después de unos segundos, extendió sus manos hacia adelante, pudiendo darme la oportunidad de colocar el lienzo en las palmas de estas.

Lentamente, Chaewon abrió los ojos, y cuanto más iba viendo, más iba sonriendo. Los colores iban pasando en su vista, y realmente estaba viendo pasión en su rostro, pasión en una tela pintada por mí.

-Hyejoo... esto... esto es...

-Esto es para ti, porque no hay quién me quite la culpa de encima por aquel día en el que Yves hizo aquello con tus lienzos y yo solo... -No me esperaba sentir sus labios sobre los míos, en un beso tosco y rápido, luego ella bajó la mirada mientras yo, con los labios entreabiertos por el asombro, me quedé observándola, pudiendo sentir aún el tacto anterior de sus labios con los míos.

-Lo siento, yo... no sé... no sé...

¿Chaewon dando besos? Tuve que reír con las mejillas ardiendo por lo inesperado que fue su gesto.

-Te enseño con una condición... -Hizo su habitual gesto de ladear la cabeza cuando estaba confusa, yo solo sonreí y le acaricié la barbilla con el dorso de mis dedos pulgar y corazón. -Que me quieras siempre, aunque no estemos juntas, aunque sea complicado...

Ella asintió bajando un poco la mirada, se notaba pensativa, incluso con duda, y de inmediato supe por qué era. Al mencionar lo de que ella me quería, me recordó que no le respondí verbalmente, y ahora... ¿qué debía hacer? ¿Debía decirle? ¿Debía confiarme? Arthur seguía estando ahí...

-Oye, tú... -Acaricié lentamente con la yema de mis dedos su mentón y arrugué un poco la nariz. -Yo también te quiero, Chaewon. Más de lo que piensas.

Wow, sí, ya lo había dicho, al fin.

La sorpresa se reflejó en su mirada, tanto, que se quedó totalmente quieta, tan solo sus ojos se movían porque me estaba observando, sonreí sintiendo mis mejillas arder y rodé los ojos un poco. ¿Desde cuándo yo era así? Si yo soy una tipa dura.

No te rindas [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora