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Yoohyeon POV

Arthur me estaba ayudando demasiado en aquellos días, por las tardes siempre se reunía conmigo y espiábamos juntos a Chaewon, me resultaba divertido poder hacerlo acompañada, además... él tenía muchísima información de ella, no sabía cómo lo hizo, pero tenía muchísima más que yo, que tan solo le ayudé a complementar algunos datos que me preguntaba.

-¡Oh vamos! ¿Dónde vas a llevarme? -Dije de una forma divertida con mis pies subidos en la guantera, giré mi rostro y conseguí ver el rostro irritado de Arthur intentando que quitase mi sucio calzado de su auto.

-¿Puedes dejar de ser tan molesta e impaciente? He dicho que en cuanto lleguemos, lo sabrás, pero es una sorpresa.

Sonreí para mí misma, haciéndome alguna idea de qué podría ser. Arthur era muy bueno conmigo, me contaba cosas sobre "mi chica" y todos los días me ayudaba a saber más cosas sobre ella, tanto que al final yo ansiaba por más y más y más... Eran noches enteras las que me pasaba intentando observar a Chaewon dormir desde la posición de mi ventana, pero por desgracia no lo conseguía por más posiciones que probase.

Estaba conociendo más o menos el camino que tomábamos y lo confirmé al ver la entrada del colegio. Arthur aparcó en un apartadero que había dejándome una vista bastante clara a la puerta principal.

-¿Qué pasa? -Le miré por un momento cuando él señaló hacía la puerta, fruncí el ceño y mis orbes fueron a parar a aquel lugar que indicó.

En aquel momento, salían Hyejoo y Chaewon, la pelinegra parecía estar hablándole y la pequeña sonreía e incluso llegaba a reírse, la sangre me hervía en las venas...

-Oh, mira, hemos llegado justo a tiempo para la película romántica.

-Ellas son amigas. -Murmuré en un tono ronco, repitiendo lo que me habían dicho Yerim y Yeojin sobre ellas dos.

-Claro. Son amigas, ¿ves? -Mi mirada volvió a ellas dos para ver cómo Chaewon adelantaba un poco para darle un beso rápido a Hyejoo en los labios, la otra imbécil miraba hacia todos lados después de eso mostrándose avergonzada o algo así.

Apreté mis puños con fuerza, mi respiración se estaba acelerando cada vez más, los bombeos de mi corazón retumbaban desde mi cabeza hasta los dedos de mis pies, sentía una cosa muy clara: rabia. Fui a jalar la maneta de la puerta del automóvil para ir a interrumpir aquella situación, pero me encontré con el seguro echado.

-Sí sales ahora será un error. Todo a su tiempo, ¿de acuerdo? -Su fuerte mano se puso sobre mí antebrazo y me acarició de una forma algo extraña, algo... un gesto cariñoso. -Dime, ¿cómo se siente?

-¿Verlas así? -Murmuré con la voz ronca de la rabia.

-No, ¿cómo se siente saber que ella te ha ganado? Chaewon las tenía a las dos y... Todos podemos ver a quien eligió. ¿Cómo se siente? -Aquellas palabras retumbaron en mi cabeza tanto que di un gruñido.

-Abre esta puerta. Quiero arrancarle la cabeza. -Forcejeé con la maneta de la puerta hasta que Arthur me empujó, haciendo que mi espalda se pegase al respaldo.

-Te estoy diciendo que tengas paciencia. Todo viene solo, la venganza es algo que debe servirse en un plato frío y tienes que pensar una forma de deshacerte de ella sin que piensen que fuiste tú, ¿no? -Lo miré con la intención de no seguir mirando hacia la pareja que ahora caminaba por la acera sin mirar atrás.

-Ayúdame.

-Lo haré. -No sé por qué, pero en su rostro se hizo paso una sonrisa con malicia, con tanta que incluso me dio un escalofrío.

No te rindas [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora