Un nuevo día se hace presente en la avenida del ganzo de oro una joven se encontraba caminando por las calles del lugar mientras saludaba con la mano a varias personas.
La chica era muy conocida por las personas que vivían ahí debido a que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y tenía una personalidad muy alegre y encantadora según algunos.
Se dirigía hacia su hogar mientras taradeaba una canción al llegar encuentra a su padre preparando el desayuno.
— ¡ Estoy en casa ! - avisa dirigiéndose hacia la mesa y dejando en ella una pequeña cesta llena de fresas y moras.
— Querida que bueno que ya estás aquí estabas tardando un poco estuve a punto de ir a buscarte.
— Lo siento papá en el camino me encontré con la señora Lale y me regaló unas cuantas moras.
— Eso fue muy amable de su parte - menciona el hombre con una sonrisa.
— Si lo fue - la chica se acerca hacia su padre para ayudarle a cocinar al cabo de unos minutos el desayuno está listo.
Ambos toman asiento en la mesa mientras la joven le cuenta a su padre como estuvo su corto viaje y ambos disfrutan su comida entre charlas.
Después de lavar los platos la pelirroja baja hacia el primer nivel para abrir la biblioteca.
Se coloca en el lugar de siempre detrás de un mostrador de madera mientras toma un libro dispuesta a leerlo para tratar de pasar el rato después de todo era algo muy rutinario que asta llegaba a ser aburrido.
La pequeña campana que cuelga de la puerta sonó indicándole que tenía un nuevo cliente al levantar la mirada no logro ver a nadie.
Se levantó con confusión en dirrección hacia la puerta cuando estuvo lo suficiente lejos del mostrador logro distinguir una cabellera rubia tal parece que la mañana no será tan aburrida como esperaba.
— Hola - saluda el pequeño troll.
— Hola Jack no te esperaba - le devuelve el saludo con una sonrisa.
— Bueno últimamente tengo mucho tiempo libre ya que no ha aparecido ningún mounstro por más raro que suene - dice haciendo un ademán con la mano restando importancia.
— Si tienes razón las cosas han permanecido calmadas por un tiempo - la chica se dirige hacia una mesa indicándole al príncipe que tome asiento a su lado.
— También venía a devolverte el libro que me prestaste la última vez - habla entregándole un pequeño libro azul.
— Pero si te lo di apenas hace tres días y tiene 348 páginas ¿ lo leíste todo ? - pregunta lo último con duda.
— Desde luego como te dije he tenido demasiado tiempo libre - responde con obviedad alzando los hombros.
— Vaya es extraño antes solo te gustaban las cosas relacionadas con el cuidado de la piel y ahora eres un fanático de la lectura - admite la chica con sorpresa.
— Bueno he cambiado ya no soy el mismo rubio presumido de antes - dice con una sonrisa.
— Para mí siempre lo seguirás siendo pero ahora ya no solo eres presumido también eres extraño - menciona con burla.
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Perfecta para mí / Príncipe Jack
Romance• Siempre estuviste ahí para mí y eso es todo lo que necesitaba. Solamente a ti •