Perfecta para mí / Príncipe Jack

capítulo 12

— Tranquila puedes llorar todo lo que quieras prometo quedarme a tu lado hasta que te sientas mejor.

Ella no respondió solo siguió llorando y aferrándose más a él después de veinte minutos ya se encontraba más calmada recargada sobre un árbol junto al rubio.

La joven abrazaba sus piernas mientras escondía su rostro en ellas ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna.

- Gracias Jack eres un buen amigo, ya puedes irte te deben estar esperando en tu casa.

¿ Qué ?

Jack la miró desconcertado no pensaba dejarla ahora después de que literalmente la había dejado llorar en su pecho los últimos minutos no estaba dispuesto marcharse como si nada.

- No gracias me quedaré contigo ¿ Quieres hablar de lo qué sucedió ? - pregunta dudando lo menos que quería era incomodarla.

- Yo crei que tenía una oportunidad con el - río de forma amarga - Que tonta fui como fue siquiera que llegue a creer que el se fijaría en alguien como yo - responde con tristeza.

- ¿ Qué fue lo que te dijo ?

- Que le gustaba alguien más - menciona sin levantar la mirada.

- Es un idiota - responde molesto - Tu eres increíble el tiene mucha suerte de que lo hayas elegido como se atrevió a rechazarte.

- No lo culpes yo tengo la culpa por hacerme falsas ilusiones cuando el no demostró interés en mi - levanta la mirada observando hacia enfrente.

- Pero estaré bien lo superare con el tiempo supongo así que no hay de que preocuparse - dice girandose para darle una sonrisa la cual termino en una mueca.

- ¡ Penny ! - una voz los interrumpe la cual pertenece a una chica de cabellera pelinegra ella llega corriendo hasta arrodillarse enfrente de la pelirroja.

- ¿ Estas bien ? ¿ Qué pasó ? - pregunta muy preocupada ya que lo único que vio fue a su amiga hablando con aquel chico luego ella echó a correr sin rumbo.

- El ya ama a alguien más - responde con tristeza.

- Pero que idiota - resulta la ojiverde enojada - Debería sentirse halagado de que te guste dudo mucho que la chica que le atraiga sea tan increíble como tú.

- Ponte de pie no puedes estar aquí todo el día lo mejor será que vayas a casa - la pelinegra la toma de los brazos ayudándola a ponerse de pie.

Los tres comienzan a caminar hacia el hogar de su amiga en silencio sin atreverse a decir nada más pero la oji-zafiro decide romper el hielo.

- Gracias chicos - dice levantando la mirada que todo ese tiempo había estado fija en el suelo ahora observaba a ambos jóvenes - Gracias por estar para mi no se que haría sin ustedes estoy feliz de que seamos amigos.

- Awww me vas a hacer llorar a mi también ya se que soy increíble pero gracias por decirlo - una pequeña sonrisa se forma en el rostro de la bibliotecaria el rubio al percatarse también sonrie sintiéndose aliviado de que ya no esté tan triste como antes.

Al llegar a casa de la de cabellos rojizos ella se siente aliviada de que su padre no se encuentre lo de contario al verla con los ojos llorosos seguramente se preocuparía demasiado.

Sus dos amigos se quedan junto con ella tratando de levantarle el ánimo en todo momento desde comprar postres y bebidas hasta contar sus momentos más vergonzosos.

La joven sonríe antes las ocurrencias de Jack mientras come fresas con chocolate pero después de unos segundos baja la mirada y pequeñas lagrimas bajan de sus ojos los otros chicos la observan alarmados y el ojiazul preocupado de hacer dicho algo que la pusiera triste.

- ¿ Sucede algo ? - se atreve a preguntar el príncipe.

Ella niega con la cabeza dejando de lado su postre para después sonreír aún con lágrimas para después lanzarse a darle un abrazo a cada uno que se encontraban sentados enfrente de ella en su cama.

- Estoy muy feliz de que sean mis amigos gracias por su apoyo - ambos chicos al escuchar sus palabras entiende que sus lágrimas no se deben a que este triste si no al contrario.

Después de abrazarlos se aparta limpiándose las lágrimas con ambas manos para después sonreír de forma alegre o como siempre suele hacerlo.

Para continuar conversando con sus dos amigos y poco a poco su tristeza queda atrás y la habitación se inmunda de risas y carcajadas de parte de los tres.

● ● ● ●

Justo ahora el rubio y la pelirroja están recargados sobre el marco de la ventana de esta observando el atardecer ambos están solos en la habitación ya que por cuestiones de trabajo la pelinegra tuvo que irse.

Aunque ella se negaba a ir en todo momento después de unos minutos lograron convencerla de cumplir con sus deberes.

- Si veo a ese principito de nuevo lo haré lamentarse hasta de haber nacido - fue lo que dijo antes de marcharse.

Ambos observaba como el sol empezaba a ocultarse dejando ver ese característico tono naranja del atardecer.

La pelirroja cierra los ojos para recostarse sobre el hombro de su amigo el cual esta en su forma humana tomándolo por sorpresa.

- Me gusta estar así en tranquilidad... Contigo eres un buen amigo Jack - dice mientras permanece con los ojos cerrados.

- Lo se soy maravilloso de eso no hay dudado - responde provocando que una sonrisa se forme en el rostro de su amiga.

- Bueno a mi me gusta cuando sonríes me gusta verte feliz lamento lo que sucedió... Estoy seguro de que tarde o temprano llegara alguien que esté dispuesto hacer lo que sea por ti - dice tratando de hacerla sentir mejor.

- Gracias Jack eres muy dulce tan dulce que me das diabetes - suelta una pequeña carcajada haciéndolo reír al ojiazul junto a ella.

- Hablo enserio cuando me sentía mal por lo sucedio con Lia siempre estuviste ahí para mi ahora es mi turno de hacerlo lo mismo por ti - habla pasando uno de sus brazos por los hombros de la pelirroja para abrazarla en señal de apoyo.

- Si no tuviera el corazón roto y no fueras mi amigo posiblemente estaría enamorada de ti - bromea como siempre suele hacerlo esperando que el le responda quizás " Eso seria terrible " para ambos comenzar a reír.

Pero para su sorpresa el no dice nada permaneciendo en silencio pensativo.

- ¿ Jack todo bien ? - pregunta empezando a preocuparse aún sin abrir los ojos.

- Ah si todo bien descuida... no es nada - dice frunciendo el ceño sin entender el por qué.