Un pequeño rubio se encontraba en el jardín de su hogar el cual era un enorme castillo esperando la hora del té mientras leía un libro sobre la historia de su reino después de todo el era el príncipe heredero el único hijo y príncipe del imperio.
Así que desde pequeño le estaban enseñando a como ser un buen gobernante su agenda estaba repleta de diferentes actividades las cuales debía de llevar a cabo durante el transcurso del día.
Sus favoritas eran donde le enseñaban a usar armas al igual que de etiqueta por muy raro que sonará ya que la última podría ser un fastidio para la mayoría de niños de su edad.
— Principe Jack el rey y la reina desean que tome el té junto a ellos - habla un anciano vestido de traje.
— Gracias iré de inmediato - habla el rubio cerrando el libro y entregandoselo al mayordomo.
El ojiazul camina hacia el jardín principal donde le dijeron que se encontraban sus padres al llegar ambos ya se encuentran sentados en la mesa esperándolo.
— Madre, Padre buen día - habla tomando asiento al lado de ellos.
— Buen día cariño - responde una hermosa mujer rubia de ojos verdes con una amplia sonrisa.
— Buen día hijo ¿ Como van tus clases ? - pregunta un hombre castaño de ojos azules de porte elegante.
— Van muy bien la mayoría de los maestros me han felicitado por mi buen desempeño en ellas.
— Me alegra oír eso - responde el rey sonriendole.
— Jack tu padre y yo estuvimos pensando en que debes relacionarte con niños de tu edad pasas demasiado tiempo solo en el castillo estudiando que no tienes tiempo para nada más.
— Así que pensamos en hacer una reunión con nuestros amigos los reyes de Obelia ya que ellos tienen un hijo casi de tu edad que es mayor por unos pocos meses.
— Queremos que tengas amigos hijo - agrega el rey.
— Gracias por pensar en ellos padre y madre pero ¿ y si mejor me agregan más actividades a mi agenda ?
— Has un esfuerzo cariño seria maravilloso que ambos se hicieran amigos así como tu padre y el rey de Obelia.
— ¿ Puedes intentarlo por nosotros ? - pregunta la rubia mayor con una sonrisa.
— Esta bien madre lo haré.
— ¡ Que alegría ! - exclama con felicidad - Estoy segura que se llevarán bien.
— Mañana mismo vendrán así que portate bien - dice el castaño.
Los sirvientes se acercan para empezar a servir el té junto con varios postres sobre la mesa al terminar hacen una reverencia para después marcharse.
— Padre, madre ¿ puedo preguntarles algo ?
— Claro adelante.
— ¿ Ustedes me arreglaran un matrimonio político más adelante ?
— ¿ Por qué preguntas eso ?
— A la mayoría de niños de mi edad los empiezan comprometer al cumplir los diez y yo el siguiente año los cumpliré.
— Descuida no deseo que tengas un matrimonio político queremos que seas libre de elegir con quien estar así como tu madre y yo lo fuimos.
— Queremos que sigas nuestro ejemplo de casarte por amor se que suena descabellado pero no es imposible nosotros somos la prueba de ello - afirma la ojiverde con una sonrisa.
— ¿ Casarme por amor ?
Creía que no era una posibilidad.
— En ese caso gracias por darme la libertad de elegir.
— No es nada queremos que continúes con la tradición familiar tus abuelos se casaron por amor al igual que tu padre y yo sería injusto para ti obligarte a casarte con alguien que no lo deseas.
— Bueno sera mejor disfrutar del té y los postres antes de que se enfríen - comenta el rey empezando beber de su taza.
— Jack.
— Jack
— ¡ JACK !
El grito de la pelirroja a su lado lo saca de sus pensamientos el chico le dirige la mirada.
— ¿ Estas bien ? Estuve hablándote pero no respondías.
— Lo lamento estaba recordando algo - menciona apenado.
— Ya veo - responde simple.
— ¿ Qué era lo que me decías antes ?
— Solo te pedía la opinión sobre este dibujo - responde mostrándole el libro donde suele dibujar y en el se encuentra el dibujo de un barco flotandando en el mar.
— Es increíble me gusta la forma en que pintaste las olas - dice observando el dibujo con una sonrisa.
— ¿ Es para alguien ?
— ¿ Por qué piensas eso ? - responde tratando de ocultar su nerviosismo.
— Siento que te estás esforzando el máximo para que te salga perfecto no me mal entiendas siempre te esfuerzas pero esta vez lo haces el cuádruple.
— Bueno si es para alguien - dice con un ligero sonrojo en sus mejillas.
El chico observa su reacción y algo le dice que no es para un cliente que la contrató.
— Oh - es lo único que logra decir.
— Es muy increíble continua así estoy seguro que sea quien sea el que lo recibirá estará muy encantado con el regalo.
— ¿ Enserio lo crees ? - su sonrisa se amplia más.
— Desde luego.
La joven regresa la mirada al libro para seguir trabajando en el dibujo y el rubio sólo se limita a observar como la joven continúa haciendo trasos de forma delicada.
Difinitivame no es para un cliente.
Y creo saber para quién es - piensa con una mirada seria.
Hablando del rey de Roma.
Un pelinegro de ojos azules entra por la puerta de la biblioteca haciendo sonar la campana que cuelga de esta la oji-zafiro levanta la mirada encontrándose con el príncipe.
Se apresura a cerrar el libro y entregárselo al rubio que esta a su lado para después caminar en dirección hacia el pelinegro al estar enfrente de él ambos se saludan para después comenzar a hablar seguido de eso perderse entre los estantes de la biblioteca.
El rubio se queda completamente solo y lo único que se le ocurre para pasar el tiempo es ojear los dibujos de las chica.
Pasa página por página observando cada detalle en los dibujos hasta llegar al último sin duda si que se estaba esforzando al máximo para que quedara perfecto.
Si no es para ningún cliente ¿ entonces es para Erick ?
¿El se lo habrá encargado?
Y de no ser así ¿ por qué más lo haría penny ?
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Perfecta para mí / Príncipe Jack
Romance• Siempre estuviste ahí para mí y eso es todo lo que necesitaba. Solamente a ti •