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Una pelirroja se removia incómoda en su cama, por la poca luz de la luna que entraba por su ventana se podía observar como pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas.
— No basta... Detenganse - decía entre susurros.
— ¡ Mamá ! - fue lo último que dijo antes de levantarse exaltada y con la respiración acelerada.
Observa hacia todos lados con temor tratando de que su vista deje de ser borrosa.
Al asegurarse que su habitación es segura y que solo se trataba de un sueño suspira aliviada.
— Solo fue un sueño... tranquilizate no pasa nada - susurra para si misma limpiándose las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas con ambas manos.
Se levanta a paso lento en dirección hacia la ventana para recargarse en un pequeño sofá que está debajo de está.
Recarga su rostro en ambas manos para después observar las estrellas.
Me duele la cabeza y ya no recuerdo con claridad lo que soñé solo a una mujer pelirroja la cual abrazaba a unbebé.
Pero su rostro me es imposible recordarlo.
— Penélope - susurra alguien desde atrás provocando que la oji-zafiro pegue un pequeño brinco.
Antes de poder gritar y girarse es sujetada por alguien el cual pone una de sus manos en su boca para evitar que grite
La chica trata de forcejear para liberarse pero le es difícil ya que la persona que la tiene sujetada es muy fuerte y le es imposible verle el rostro.
— Penny soy yo tranquila - susurra alguien a unos centímetros de su oído.
¿ Jack ?
El chico la suelta de inmediato y al girarse la pelirroja se encuentra con un pequeño troll rubio el cual apenas logra distinguir en medio de la oscuridad.
— Idiota me asustaste crei que eras un ladrón no vuelvas a hacer eso - dice la chica acercándose y dándole un pequeño golpe en el brazo.
El rubio suelta un quejido de dolor.
— Lo siento ¿ estas bien ? ¿ te lastime ? - pregunta alarmada acercándose a el y sujetando el brazo donde recibió el golpe.
¿Que rayos es esto ? - piensa para sí misma al sentir un líquido espeso el cual escurre del brazo de este.
Se apresura a correr en dirección hacia donde está su mesa de noche para encender la lámpara que se encuentra en ella.
Al regresar con el ojiazul se percata de que esta muy golpeado y en su brazo tiene una herida de la cual gotea demasiada sangre.
