Gloom y Lois: cuatro melones y un maní.

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Jamás pensó que dar una de sus típicas caminatas guiadas por el bosque de Royalwoods pudiera resultar en un martirio, y no por el hecho de que el clima estuviera horrendo para una salida a la intemperie, Wane incluso saldría con una tormenta invernal o inundación de proporciones bíblicas a la calle con tal de no estar en su cuarto estar haciendo nada, solo que soportar el constante rebote resultaba un fastidio que su orgullo femenino que le costaba admitir que tenía. La cuestión es simple, el conejo obeso de Lois, o como le gusta llamarle, la yandere dentuda del trapo, de alguna manera milagrosa había logrado escaparse de la casa de las hermanas Forest sin que le reventara el corazón y había terminado en el bosque, por lo que su ayuda fue requerida para recuperarlo con vida, si bien algo horrible debe provocar que un animal tan flojo escape a pesar de ser un regalo de navidad para los depredadores, el ver la mirada de cachorro atropellado de Gloom le podía partir el alma a cualquiera.

¿El como coño el trapo consiguió una chica tan pura como Gloom? Es un misterio tan grande como el origen de Lulú.

"¿Alguna pista?" pregunto Lois mientras se agachaba detrás de Wane, viendo como la pelirroja analizaba una pisadas inusualmente grandes de conejo que se dirigían a una cueva frente del grupo de chicas.

"Al menos tu compañero es lo suficientemente inteligente para esconderse de los depredadores, con su extrema obesidad no debería estar lejos" respondio Wane, limpiando con sus dedos un poco de tierra, solo para voltear y tener de frente los dos melones de Lois "carajo Lois, en verdad te encanta restregar tus pechos a las chicas planas"

"Oh vamos ¿No me digas que no te gusta?" Lois le poso de manera sexy, ocasionando que Wane desviara la mirada con fastidio y con un ligero rubor en sus mejillas, maldito sea el día en que está loca descubrió que es bisexual, jodiendo con ella por diversión con el agregado de conseguir puntos con el trapo ¿Por qué así esto de nuevo?

"Vamos hermana, podrás jugar después con Wane, el señor esponjoso está muy cerca, mis ganas de abrazarlo muy fuerte por hacer su esfuerzo son muy grandes" comento Gloom con ojos brillantes, ya practicando el fuerte abrazo de oso que recibiera el conejo.

Ah, verdad. La pureza de Gloom es demasiado para este mundo, tanto que ni quería arriesgarse a decirle su teoría de que el conejo escapara por los trucos locos de Lois, y no por hacer ejercicio como se le comento.

Al entrar a la cueva, notaron como esta rápidamente se volvía mas estrecha, a tal punto que el entrar más adentro se volvería mas complicado junto con tener una mentalidad en contra de un miedo a los espacios super cerrados, sin embargo las dudas de que el señor esponjo estaba del otro lado de la grieta se confirmaron al escuchar su tipo sonido, ahogado y grave por su gordura extrema, la buena noticia es que lo habían encontrado, la mala, no quería salir.

"Ven señor esponjo, es hora de ir a casa..." Gloom busco algo en los bolsillos de su suéter negro, ofreciendo un maní "tengo maní, solo para ti"

"Eh...Gloom" Wane la aparto ligeramente, tomando el maní con el ceño fruncido "si sabes que es muy malo darle frutos secos a un conejo, le puedes provocar una muerte prematura ¿Verdad?

"¿Eh? Pero si Lois toda la vida le ha dado maní" respondio Gloom con duda "y tras una visita con tía Lana y tía Lisa, dijeron que todo estaría bien"

'¿Por qué tengo un impulso de llamar a PETA tras salvar al conejo de esta gente' pensó Wane con una gota bajando por su nuca.

"Chicas..." ambas dirigieron sus miradas a la grieta, solo para encontrar a Lois con medio cuerpo atrapada en la grieta, con sus pechos siendo la mayor razón de su atoramiento "¿Una ayudita?

"Al menos puedo coincidir con Lyle en que eres una cabeza caliente con pechos"

"¡Cállate y sácame de aquí, tablita alaskeña con tintes venezolanos!" le grito Lois molesta.

"Tranquila, si puedes respirar así, estarás bien, de alguna forma el conejo tiene suficiente espacio para salir por debajo de tus piernas, y no me tomes a mal que priorice su rescate que el tuyo" Wane se puso de rodillas y mostro unas hierbas que había traído consigo una vez le fue informada de la situación, una comida especial para conejos con la cual estos no pueden resistirse, mucho menos uno tan a obeso como el señor esponjo, es simple lógica. Una vez el conejo paso del otro lado, no sin antes darle una mordida a Lois en el pie por obligarlo a estar en el sombrero de maga por siete horas en una práctica, Gloom por fin tuvo al animal en sus brazos, que contrario a su hermana, el conejo lucia feliz.

"Vale, vale, el señor esponjo tuvo su venganza ¿Me pueden sacar? Tengo trabajo en media hora y mi Lyle va hoy por su pedido de papas fritas con malteada de vainilla a las cinco" por mas que la idea de dejar a Lois un par de horas aquí sonara tentadora, Wane no podría convencer a Gloom de hacer alguna maldad contra su hermana, por lo que tomo del brazo de la mayor de las Forest y empezó a jalar, hasta que por la inercia lo logro, llevándose de paso a Gloom, quien estaba enfocada en darle amor al conejo.

Una vez recobrada de la caída, Lois no pudo evitar sonreír socarronamente al ver su posición, mientras Gloom miraba confundida "¿Disfrutando la suavidad?"

La respuesta de Wane no se comprendió, claramente por estar siendo asfixiada por los pechos de las hermanas Forest en el rostro,  jamás admitiría en su vida que loca de Lois la había logrado sonrojar como un tomate.

Las desventuras de una mamagueva (Wane Loud drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora