Dia 1-La regla numero uno

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Esto formara parte de la Wane week realizada por Marcustine durante esta semana. Mas info en las notas de autor.

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Es un sentimiento extraña amar y odia algo al mismo tiempo ¿No? Ese algo que te trae felicidad con solamente sentirlo en tu piel, aunque a la vez le limitaba mucho en las actividades rutinarias que tanto amaba.

En esa encrucijada se encontraba la pequeña Wane Loud, observando con atención la ventisca invernal desde la seguridad de la ventana en su humilde hogar. Se había adaptado al salvaje clima de donde vivía, incluso desarrolló una rara condición de poder soportar temperaturas bajo cero sin problemas a su salud, todo cuando su madre le descubriera haciendo ángeles de nieve en ropa interior como si fuese lo más normal del mundo.

Aunque el clima en este momento no sería el mejor con lo impredecible de los vientos invernales, se sentía mal porque su sesión con el viejo del pueblo se cancelará, teniendo que pasar el día encerrada con su madre, más cuando esta la obligaba a hacer su interminable tarea pendiente.

El carrusel de excusas de como evitar tal escenario se cortó cuando alguien toco a la puerta de la casa, por el sonido y constancia del golpe, sabía que una persona debía estar afuera esperando una respuesta, no un animal salvaje buscando refugio o comida.

La mujer llena de ojeras que era su madre atendió con su inseparable taza de café negro en la mano derecha, por revelando quien les había dado la visita en tal situación, el viejo del pueblo de nombre Luz si traducimos su nombre del dialecto local a español.

"¿Qué sucede viejo?" pregunto July con evidente flojera "¿No está el clima muy de la mierda para estas afuera?"

"He vivido tormentas peores en mi juventud querida, me gustaría que me acompañarás para revisar el calentón del pueblo. Eres la única de aquí que comprende el funcionamiento electrónico de esa cosa" comento el viejo con total calma.

July tomo un sorbo tomo un sorbo de su café antes de negarse "¿Por qué no mejor aprietas el botón rojo para apagarlo y que alguien le tiré carbón a la caldera como a la antigua? ¿Tú sabes el frío que hace afuera marico?"

El viejo solo suspiro, dejando salir el vapor de su boca "eso quisiéramos, pero te recuerdo que estamos cortos de carbón con el pedido retrasado de Anchorage, eso se tocará en caso de emergencia" ante la mirada de July de no ceder, opto por la solución más obvia.

"Se te pagará diez dólares por las molestias, además que hablaré con Maty para que volvamos a servir esa rareza que llamas arepas en el comedor del pueblo."

"¿Con queso y esa madre rara que sabe como al diablito de Venezuela?" July levantó la ceja, solo para recibir la confirmación del viejo Luz "tienes un trato, tienes suerte que las arepas me salgan tan mal, deja me preparo."

July se dio la media vuelta para prepararse para salir, dejando entrar al viejo a su pequeño hogar, así aprovecha que entretiene a Wane quien lo mira como un maestro.

"¡Maestro! ¡Maestro! ¿¡Cuando me llevara al bosque para que me enseñe a poner las trampas para los lobos!?"

El viejo Luz solo puede sonreírle a la niña mientras acariciaba su cabello "cuando pase la tormenta querida, aunque te recuerdo que aún no pasas la prueba de capturar un zorro blanco con alguna de tus trampas."

"¡Boo! Los zorros son muy fáciles de capturar, yo quiero un mayor desafío para demostrarle al pueblo de lo que soy capaz" se quejó Wane mientras hacia un puchero, lo cual fue detenido con un golpecito en la mejilla por parte del viejo.

Las desventuras de una mamagueva (Wane Loud drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora