Las desventuras de una mamagueva (Wane Loud drabbles)

Aquellos que no pueden ser nombrados

Drabble by @sadisticshy
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Con dinero en los bolsillos y emoción en su trote, Wane Loud se movía por las calles de Royal Woods en búsqueda de los utensilios y recursos para su siguiente excursión por el bosque.

Esto fue, hasta que al cruzar una esquina cerca de una iglesia se encontró con algo inaudito. Algo que desafiaba las leyes de la naturaleza misma.

Lupa estaba dando volantes frente al edificio, volantes de la iglesia, con una sonrisa genuina en su cara.

No solo era eso, su cabellera estaba teñida de negro, le llegaba hasta la espalda y estaba acomodada en una cola de caballo. Su ropa casual había sido reemplazada por una blusa amarilla, una falda de jeans que le llegaba hasta las rodillas, y sandalias amarillas.

—Pero que mierda estoy viendo...

—Santo cielo, no deberías hablar así frente a una iglesia An...—Lupa se detuvo a mitad de sentencia y ojeó a Wane de pies a cabeza— No, perdona, me confundí de persona. De igual forma.

La expresión de la chica se tornó agria y sus ojos miraron con fiereza a la pelirroja.

—Le sugiero que no use esa clase de lenguaje frente a la casa del señor, O yo misma me encargare de que no será capaz de poder estar frente a nadie por unas cuantas semanas.
Esa si era la Lupa que Wane conocía; aun así, ese simple detalle no iba a quitar todas las otras dudas de la mesa.

—No entiendo, ¿Lupa me puedes explicar que sucede?

—¿Lupa? No, no, me confundas querida. Soy Love.

—¡No por mucho tiempo! —Gritó una voz familiar desde el otro lado de la calle. Era La verdadera Lupa, la cual estaba corriendo hacia ellos con tubería de metal en una mano e intención asesina escapando de entre su cerrada sonrisa.

Wane dio dos saltos hacia su izquierda, sus ojos atentos a la colisión que estaría por suceder. Lupa saltó en contra de Love, mas esta esquivó con antelación y gracia el ataque horizontal.

Lo que siguió fue una serie de estocadas y bateos que no llegaron nunca a atinar. Love casi parecía prever los movimientos de Lupa.
Pero un inesperado escupitajo demostró que lo de Love era pura destreza.

—Okey...—Wane comentó, más sus ojos y mente no podían ni querían perderse de ningún detalle de la pelea— Esto es genial y todo, pero me gustaría saber qué coño está pasando.

—La ciudad entera esta infestada con réplicas de los hijos de papá...

—¿Déjame adivinar, Lisa?

—No esta vez. Es una maldición. —Lupa se lanzó nuevamente a por la estrategia de las estocadas, las cuales probaron ser inútiles pero al mismo tiempo difícil de ser contrarrestadas. Algo de tiempo ganaría si seguía así.

—¿Lucy?

—Sé que suena increíble, pero tampoco fue ella; al menos no del todo.

—¿Quien entonces?

—La estúpida de Lizy. —dijo antes de recibir una patada en el estómago que la alejó de la batalla por un par de metros— La chiquilla deseó tener más hermanos o algo por el estilo por algún puto motivo... y ahora la ciudad entera está plagada.

—No veo que haya de malo con tener unos cuantos hermanos de más, Lupa.

La albina sonrió y limpio el sudor de su cara, —Hah, si quisiera más chiquillos de mi padre me bastaría con hacer unos cuantos agujeros. Además, el hechizo es peligroso, no sabemos si alguno de los clones termina siendo un psicópata.