AU's SpainRp y Marvella Vice

Se feliz -Internabo

No quiero llegar a casa, doy vueltas por la ciudad intentando aplazar el tiempo hasta saber que te cansaste de esperarme. Tengo frio, soy tan imbecil que olvide sacar un abrigo aun cuando el servicio meteorológico anuncio que nevaria; en parte los frios copos cayendo en mi piel quitan el ardor. Los moretones disminuyen un poco y la sangre que escurre en mi mejilla se empieza a secar, dandome un aspecto de estar llorando, la gente me mira aterrada pero yo los ignoro. 

Solo quiero llegar a casa y no verte, que no estés con tu cara de enfado y el cinturon en mano; listo para castigarme. Por una vez quisiera sentarme en el sillon y preguntarte como fue tu dia, que me abraces diciendo que me extrañaste, asi como en los viejos tiempos. Mientras camino a casa voy pensando que en unos dias es nuestro aniversario cinco, esta vez te acordaras o quedare como idiota esperando a que me lleves flores y despues a cenar? Abro con lentitud la puerta, oli el tabaco desde el pasillo y el portero me dijo que no llevas mucho en casa, vaya suerte de mierda. 

Bebes un vaso de whisky mientras el cigarro se apaga en el cenicero, volteas tu cansado rostro hacia mi y ¿sonries? Paso de largo entrando en la habitacion de invitados, donde he dormido desde hace un mes aunque tal vez no lo hayas notado; me quito mi camisa intentando no ver mi morado torso en el espejo. Los pantalones quedan tirados en el baño mientras lavo mi rostro chillando un poco al sentir el jabon contra las heridas, salgo a la cocina evitando tu mirada y aunque me llamas no contesto, me impides el paso a mi cuarto y se que estoy jodido.

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Tus manos tocan mi desnudo cuerpo mientras yo intento concentrarme en todo menos eso, tomas mi rostro y me besas obligandome a abrir la boca y sentir tu aliento llenar mis pulmones. De golpe entras en mi, grito retorciendome de dolor y cuando te corres, ya cansado de "darme placer", lloro cubriendo mi cara con la almohada. Rodeas mi cintura evitando que me aparte de ti y en segundos te quedas dormido, yo solo ruego que sea una pesadilla y pronto pueda despertar volviendo a la vida en la que tu no estabas.

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Me preguntas preocupado que me ocurre, he estado vomitando y esta mañana en comisaria me he desmayado. Niego tu ofrecimiento de ir al doctor, ¿que te hace pensar que si rechace a Horacio a ti te dire que si? Camino a la cocina para comer pero tomas mis hombros y me guias al armario, aventando la ropa que quieres que me ponga y saliendo de la casa despues de decir que en cinco minutos me ves en el auto; de camino al hospital te oigo hablar por telefono y pedir una semana de vacaciones, esto va a ser toda una tortura. La doctora me pide que pase y cuando pregunta mis sintomas rapidamente contestas, me conoces tan bien que sabes que mentire, pican mi brazo para sacar sangre y me haces apretar tu mano en señal de apoyo. Como te odio.

Media hora despues entra de nuevo la medico con una sonrisa plasmada en el rostro, nos felicita por algo y los dos la vemos raro, rie y nos explica que dentro mio hay niños tuyos. Estallo en lagrimas que crees que son de felicidad y siento tus brazos rodearme mientras entre murmuros agradeces al cielo por devolverte a los hijos que alguna vez perdiste, no tengo la fuerza de pararme y me llevas en brazos hasta el coche. Te oigo hacer planes al futuro y solo puedo imaginar que un camion nos atropelle para no traer al mundo a estos seres, no quiero que otros sufran lo que yo y menos niños inocentes.

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Los meses pasaron, mi panza revela ya mis seis meses y no sabes cuanto he sufrido, todos se mostraron emocionados cuando les dijimos pero para mi horror las vacaciones de Volkov y Horacio coincidieron y he tenido que pasar todos estos meses solo. Sales mas temprano del trabajo, llegas a cuidarme: cocinas, vemos peliculas e incluso hemos hablado; dormimos juntos por que temes que en cualquier momento algo me suceda y quieres estar cerca. Acaricias mi barriga y siento como los bebes patean, tal vez ni ellos te quieren.

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Estoy en el centro comercial comprando ropa y demas cosas, quisiste venir conmigo pero iban a emboscar a la mafia que investigas y claro que eso es mas importante que tus hijos. La gente me ve raro, se que no es normal ver a un chico embarazado y menos al que es esposo del superintendente, bajo las escaleras cuando alguien me empuja y ruedo hasta llegar al suelo. La gente grita a mi alrededor y al ver mis pantalones se por que, estoy desangrandome, tal vez mi fuente se rompio. Cuando tu llegas mi mundo se desploma al ver tu rostro y me desmayo.

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Siento el respirador en mi cara, hay enfermeras a mi alrededor y distingo tus ojos a traves del vidrio se ve que has llorado, cuanto tiempo estuve dormido? El doctor entra al cuarto al mismo tiempo que tu pero a diferencia de él, te quedas hasta atras con la mirada gacha; se que no son buenas noticias. Claudio me explica que tengo varios golpes pero no dice nada de los niños, le pregunto, me dice que lo lamenta mucho y que no sobrevivieron; empiezas a sollozar y yo me mantengo indiferente. Si, mi corazon se rompio con la noticia pero siento que fue lo mejor; el doctor sale del cuarto y me acomodo para dormir pero siento que te acercas y me abrazas. No puedo evitar soltar unas lagrimas pero no te correspondo, ya no.

Me dan de alta y me llevas en la silla de ruedas al coche, no hablamos en el camino casi parecia que el otro no existia; al llegar a casa me siento en el sillon y suspiro antes de llamarte, ya es hora de decirte. Te veo fijamente mientras te pido el divorcio, no dejas de preguntarme que hiciste mal pero no sirve para que me retracte; digo que te mandare los papeles antes de salir de la casa. Ya soy libre.

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Han pasado siete años, veo a mis chamacos correr en el patio mientras mi amado Greco me abraza por la espalda; nos casamos un año después de mi divorcio y formamos nuestra familia al mudarnos a Canadá. Ellos se convirtieron en mi mundo.

Ahora soy feliz y a veces me pregunto si tu tambien lo seras.