EDDA D'ANGELO
Qué os puedo contar de mi vida, soy española, el color de mi pelo es rubio oscuro se puede decir color caramelo, mis ojos cambian mucho de color los he visto desde marrón oscuro hasta un azul claro, en cuanto a mi cuerpo me cuido, hago...
Me desperté, apenas salía el sol por el horizonte. Abrir lo ojos y lo primero que vi fue la carita de Michele durmiendo tranquilamente. Estaba tan ensimismada mirándole que ni siquiera me di cuenta que había despertado.
-Buenos días mi Cenicienta.
-Hola buenos días. _se acercó a mí y me besó_
-Has dormido bien?
-Si muy bien. Y tu?
-También, me encanta dormir abrazado a ti.
-Tienes hambre?
-Si. Vamos a desayunar y preparar las cosas para bajar a la isla.
En la cocina yo preparaba el café y el zumo, mientras Michele hacia gofres con chocolate y nata. Mis favoritos.
-Me encantan, Michele. Me puedo acostumbrar a desayunar esto todos los días, mis despertares serían más.... Bueno serían más amables.
-Amable? Tienes mal despertar?
-La niña del exorcista.... _asiente con la cabeza_ pues es una bellísima persona en comparación a mi cuando me despierto.
-Que bestia eres muñeca! _se acerca y me da un beso en la cabeza_
-Bueno, bueno, el que avisa no es traidor!
Estuvimos hablando de lo que había que coger par ir a la isla. Íbamos a pasar la noche allí. Michele me dio una mochila donde ya había algo de ropa para el y me dijo que guardara ropa para mí. Lo todo demás que necesitáramos ya se estaba preparado en la pequeña cabaña de la isla.
Subimos en la "zodiak" (una barquita pequeña a motor) para llegar a la orilla.
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-Wow! Esto es una pasada!!
-Verdad? Vamos a dejar las cosas en la cabaña, después te enseño esto, además si quieres podemos hacer buceo.
-Siii! Me apetece mucho!!
La cabaña era pequeña, solo lo justo, una cama, una pequeña cocina, y un pequeño baño con ducha. Dejamos las cosas dentro, y nos fuimos a bucear.
Vimos muchos peces, incluso Michele me cogió una estrella de mar para que me llevara conmigo.
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