Capítulo 19

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Camille 

Era lunes por la mañana, ese día estaba radiante, los rayos del sol aún me molestaban pero podía soportarlo.

Me levante con pereza, con ganas de seguir durmiendo y estar solo un pequeño momento más sumida en un sueño que me desconectaba de la realidad. Pero no, tenía que levantarme a pesar de que ya no quería.

Desayune una manzana y me fui a la escuela, en el camino iba escuchando las canciones que mi padre ponía, eran alegres y movedizas. Siempre decía que los días buenos comienzan con una buena canción. Y tenía razón.

Llegue en poco tiempo al lugar, camine por los pasillos largos hasta llegar a mi salón que se encontraba hasta el fondo.

Al llegar ahí me percate de que Thomas aún no llegaba a la escuela, su asiento estaba vacío, y no sé porqué sentí un hueco, como si mi corazón también sintiera su ausencia.

Me senté en mi lugar a esperar a que todos llegaran, o más bien, a que él llegara. Pero eso nunca paso.

- ¿Qué estudiaran?- pregunto Alyssa mientras comíamos en la cafetería sacándome de mis pensamientos.

- Me gustaría ser azafata.- hablo la rubia.

- ¿Ya sabes donde estudiaras?

- No lo sé, tal vez en otro país, convenceré a mi madre de que lo haga porque quiero conocer lugares nuevos.

- Yo igual quiero eso. ¿Y tú Camille?

- ¿Yo? Mmm, bueno, aún no lo se.

- Solo nos queda un año más.

- Lo sé.

- ¿Pero no hay nada que te llame la atención?

- Pues... escribir. Pero no estoy muy segura de si escogería esa carrera.

- Está bien, también no tienes que contestarme ahora.- se llevo la rebanada de pizza a la boca para poder darle una mordida.

- ¡Hola chicas!- saludo William mientras se acercaba a nuestra mesa.

- Hola.- contestaron las dos.

- ¿Algo nuevo?

- No hay nada interesante.- hablo la pelinegra.

- Eso suena demasiado deprimente.

- ¿Qué haces aquí?- pregunté.

- Auch.- se llevo una mano a su pecho disimulando dolor.- ¿Así me recibes después de que no me hablaras por una semana?

- Lo siento, es solo que he tenido muchas cosas que hacer.

- Si si, como también estar con tu nuevo novio ahora. Ya me cambiaste.- bajo la cabeza.

- Eso no es verdad, siempre serás al que más amo.

- Cuidado, si Thomas te escuchara te mataría.- hablo Alyssa.

- Eso no lo permitiría, es mi pequeña topi y no puedo dejar se muera.

- ¿Qué es topi?- hablo Amelia.

- En italiano significa ratón.

- ¿Y porqué le pones así a Camille?- se rio.

- Mírala, parece uno, con sus manos delgadas y siempre molestando a las personas.

- ¡Hey!- me queje mientras reía.

- Es la verdad topi.- me agarro la nariz y yo la quite de un manotazo.

- Idiota.- me reí.

- También te amo.

Después de un tiempo por  fin había llegado la hora de irnos a casa y descansar, más tarde le mandaría mensaje preguntándole porqué no había ido a la escuela.

Llegue a mi casa a pie, estaba tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que él estaba ahí, esperándome con las manos en los bolsillos de su pantalón negro.

- ¿Qué haces aquí?- hable una vez que estaba frente a Thomas.

- Necesitamos hablar.- dijo serio.

- Dime.

- Hace... hace tiempo que ya no me siento cómodo, hace tiempo que ya no me siento yo, que siento que... me estoy perdiendo de nuevo.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Quiero decir que me quiero encontrar Camille, quiero estar bien para poder estar contigo, para poder ayudarte con lo que sea que te este pasando, pero no puedo hacerlo si yo estoy igual... roto, necesito sanar para poder a ayudarte a sanar.

- ¿Estas... estas terminado conmigo?- se me corto la voz una vez que le hice esa pregunta después de entender lo que me quería decir.

- Estoy pidiéndote un tiempo, un tiempo para poder ser yo de nuevo.

- Pero... podemos sanar juntos, los dos.- sentí como las lagrimas comenzaban a salir.

- No, debemos de hacerlo separados, debemos de saber levantarnos por nuestra propia cuenta, créeme que esto es muy difícil para mi... más de lo que me gustaría admitir porque... porque corro con el riesgo de perderte y no quiero eso.- me tomo la cara entre sus manos grandes y fuertes.- Quiero que nos demos un tiempo a nosotros, que pensemos en nuestro bienestar, porque... no podemos arreglar a alguien que esta roto, y menos si tú lo estas.

- Pero...- me corto.

- Es mejor así Camille, es mejor para los dos.- me beso, pero ese beso fue fuego en mi, un fuego que me quemo tan dolorosamente que pensé que iba a desaparecer ahí mismo.- Espérame, yo igual te esperare cuando estes lista, cuando ya no te sientas mal. Regresare a tu vida una vez que este bien conmigo mismo. Lo prometo.

Nos quedamos abrazados un buen tiempo, tanto que desee que así fuera para siempre, que nos quedáramos así los dos.

Pero después de eso me dejo, dejo mi corazón en pedazos, en unos muy pequeños que me iban a costar demasiado trabajo encontrarlos y ponerlos de nuevo en su lugar, me costaría demasiado trabajo poder recuperarme después de que él, ese chico de ojos verdes y sonrisa encantadora me dejara ahí, con el corazón hecho mierda en las manos.

En otra vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora