Las leyendas han existido por miles de años; es una forma extraña de contar un suceso no tan alejado a la realidad. Historias con personajes humanos que conocemos o con una criatura tan mística que nos es imposible comprender en que cabeza fue imaginada. Textos perdidos entre renglones y finales trágicos que llevan a una enseñanza o a la peor pesadilla de todas.
Todos hemos escuchado, leído o hasta visto alguna vez una leyenda. Esos escalofríos en la piel al escuchar suavemente cada detalle que narra, los sonidos en tu cabeza imaginando eso que se supone que jamás imaginarias. El corazón latiendo rápido cuando el final es abierto y tienes que obligar a tu cerebro a maquinar que es solo una leyenda.
No existe. No aparecerá nadie en tu armario para secuestrarte por tus malas actitudes cuando eres niño. No saldrá ninguna criatura monstruosa debajo de tu cama y tirará de tus piernas para llevarte con ella. No, no existe una mujer que llora alrededor del río o una silla que se balancea sola toda la eternidad. Son solo historias que salen de una mente humana que perdió la cordura de la manera más cuerda, escribiendo, compartiendo e inventando. ¿Verdad? Porque solo eso eran. Inventos pasados a la historia, de boca en boca, de texto en texto, como un teléfono descompuesto.
Y eso era lo que pensaba Hyunjin, un joven de veintiún años, pescador de una familia muy tradicional que vivió durante años en un pueblo a la orilla del mar, mientras dejaba su pequeño bote atado al muelle y secaba el sudor de su frente con la manga de su camisa blanca manchada con varios restos de pescado. Llevaba unos pantalones negros holgados para un trabajo más cómodo y unas botas del mismo color, impermeables y largas hasta la mitad de la pantorrilla. Estaba repleto de barro, incluso en su mejilla había una pequeña mancha ya seca por el calor del sol.
Un chico atractivo, incluso con la descripción lamentable de su apariencia, seguía teniendo rasgos muy llamativos para mucha gente. Su cabello castaño se encontraba atado en una cola alta en su cabeza y su piel blanca era un bonito contraste con el marrón del barro que lo llenaba en cada extremidad.
Volvió a levantar su espalda, estirando su cuerpo y lamentando su mala postura, pues los dolores no tardarían en llegar antes de la edad adulta. Limpió sus manos en su pantalón ya demasiado sucio y se dirigió a su casa, buscando un trapo de su bolsillo para limpiar su mancha en la mejilla, se detuvo unos segundos a juntar agua de una casa vecina para mejorar dicha limpieza. Y mientras pasaba el líquido por ella, sus ojos se desviaron hasta un folleto pegado en la pared con letra de colores y una cantidad importante de dinero.
COMPETENCIA "BIG FISH"
Hyunjin sonrió, sabía todo sobre esa competencia, su familia la había ganado durante décadas, pues la pescadería, su trabajo familiar, era algo que llevaba años como tradición. La mayoría pensaban igual sobre la belleza del océano, todos igual de testarudos y fuertes, dedicados exclusivamente a entrar y salir de aquellas saladas aguas y de poner pecho a las olas incluso si eso los agotaba más tarde.
Pero eso fue así hasta el padre de Hyunjin, el hombre que en la familia revolucionó todo, pues al enamorarse de su madre lo tuvieron a él y a Seungmin, para luego querer mudarse a la ciudad a comenzar una vida como abogados, dedicados a la política y la defensa de derechos. Su familia se decepcionó, no lo iban a negar. En ese momento, Hyunjin y Seungmin apenas eran unos niños cuando sus padres cruzando el mar, se metieron en aguas turbulentas y nunca volvieron. Su barco se hundió en las oscuras profundidades y quizás, por la edad en que ocurrió, Hyunjin no pudo generar tanto cariño a esa falta de presencia.
Cerró el grifo, dejando a un lado sus pensamientos. Al haberse criado con su abuela, madre de su padre, la tradición había continuado. Bueno, hablando solo por él. Pues Seungmin se había dedicado al estudio, exclusivamente del mar y sus misterios, no tan alejado a ese deseo por los animales. Solo que Hyunjin los pescaba y Seungmin los analizaba. Una combinación algo extraña, pero que adoraba de cualquier forma.
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En las profundidades - [Hyunin] [✓]
Fantasy"Entre el cielo y el agua, justo al Noroeste en unas piedras acantiladas, existen unas turbulentas aguas incapaces de dejar ápice de vida para aquellos que navegan hasta ellas. Cuando tús pies pongas en la proa y el canto del océano fluya de tu boca...