En las profundidades - [Hyunin] [✓]

XIII

Hyunjin apoyó la bolsa de las compras en la mesa justo cuando Chris se levantaba del sillón a ayudar con el guardado de las mismas. La abuela de los Hwang se sentó en una silla a cuidar de su espalda ya trabajada en exceso y Hyunjin se dispuso a colocarse un abrigo antes de salir de nuevo al exterior. Chris le miró de reojo mientras guardaba unas latas en los muebles de arriba.

—Gracias por ayudar a la abuela. —Habló Chris, mirando desde su lugar como Hyunjin asentía con cierta despreocupación.

—No es un problema. —Afirmó el menor, terminando de ponerse su abrigo y tomando una gorra del perchero. Chris soltó un suspiro.

—¿A dónde vas?

Hyunjin detuvo todo movimiento al darse cuenta de que hacía días enteros que estaba evitando esa pregunta y que en algún momento debía enfrentarla. Pasaba más tiempo en el exterior que en cualquier otro lado y era algo lógico que su familia se diera cuenta de esas escapadas. Hyunjin ya no encontraba cómodas aquellas paredes. Le gustaba más el aire de afuera, el sonido de las olas y esos azules ojos tan profundos como el mar.

—Iré a la playa. —Acotó sin más, tomando la manija de la puerta y decidido a dejar la conversación ahí. Chris no pensó igual.

—Hyunjin. —Llamó antes de que cruzará la puerta. —¿Por qué no sientas un rato? Quiero hablar contigo.

—¿Tiene que ser ahora?

—Siéntate, Hyunjin. —Ordenó el mayor, apuntando a la silla al frente de la mujer mayor que ya comenzaba a dormirse por el cansancio.

Hyunjin entre reproches internos volvió a entrar, cerrando la puerta y sentándose en la silla de madera con la gorra entre sus manos. Chris se apoyó en la mesada de la cocina con los brazos cruzados y cierta pena en sus ojos.

—¿Qué tal estás con la competencia? —Preguntó el mayor, mirando al castaño y esperando cualquier respuesta positiva que le haga tranquilizar sus preocupaciones. Hyunjin tragó duro.

—Estoy bien. —Afirmó.— Voy bien.

—¿Ya tienes lo que vas a presentar? —Chris con los brazos cruzados, apoyado en la mesada con una mirada atenta a cualquier movimiento, intimidaba al menor, quien comenzó a ponerse nervioso ante esas preguntas.

—No... No aún. —Aclaró, el movimiento de su garganta al tragar fuerte alertó a Chris sobre su mentira.

—Hyunjin, lo volveré a preguntar. —Chris se acercó a la mesa y apoyó sus manos en la misma, dirigiendo su mirada exclusivamente a Hyunjin. —¿Cómo vas con la competencia?

El menor no respondió, no porque no supiera la respuesta o porque se sintiera un pequeño animal alrededor de una enorme presa, sino porque sabía a la perfección lo que su cabeza le había respondido a esa pregunta. No, no iba bien porque hacía una semana entera que no pensaba en ella, que se volvió un egoísta que pensaba solo en sí mismo y en esa criatura que no paraba de atormentar sus pensamientos nocturnos. Hyunjin amaba pasar el rato con Jeongin, pero no porque lo quisiera utilizar a favor de su familia, y eso lo volvía alguien egoísta ante los ojos de los presentes.

—Christopher. —Llamó la mujer mayor desde la silla, sus ojos se mantenían cerrados por el cansancio. —Deja al niño. El sabrá que le conviene hacer.

—Es solo una pregunta. —Chris volvió a pararse recto, Hyunjin suspiró. —Si tanto le cuesta responder con la verdad, es porque algo oculta.

—Ya la respondí. —Atacó el castaño, ya cansado de que todos alrededor piensen que su única función en la casa era traer pescado. —Voy bien.