En las profundidades - [Hyunin] [✓]

XII

Hyunjin mantenía una postura firme en su silla, mirando fijamente el suelo con un suspiro de sorpresa atorado en su garganta. Atender sus pensamientos y ponerlos en orden era muy difícil cuando la realidad que vivía estaba en constante cambio, sacudiendo la alfombra con miles de misterios y dejándolos esparcidos por el suelo. ¿Innie no era una ilusión? ¿Su criatura era un protector del mar, el mismo que lo quiere muerto por robarle el corazón al tritón? ¿Le había robado el corazón realmente? ¿Por qué le gustaba tanto saber que él era quien lo tenía?

Lanzó un balde de agua fría a sus pensamientos en cuanto Seungmin lo tomó de los hombros y lo sacudió de un lado al otro, tratando de llamar su atención y devolverlo a la tierra.

—¿Hyunjin? Te fuiste. —Advirtió Seungmin, mirando con cierta preocupación a su hermano.

El pelinegro refregó sus ojos con sus dedos y volvió la vista a la señora que no había apartado la mirada de la ventana, su ceño levemente fruncido y el sol escondiéndose en el horizonte.

—Lo siento, tengo mucho en la cabeza. —Contestó Hyunjin, apoyando su mano en su frente y haciendo algunos masajes en esa zona.

—No me creen, ¿Verdad? ¿Vinieron a burlarse como todos los demás? —La mujer parecía algo dolida con la reacción de ambos chicos, pero Hyunjin solo podía negar de un lado al otro con la cabeza.

—No es así, le creo. Por supuesto que le creo porque lo he vivido. —Hyunjin se levantó de su asiento justo cuando la mujer le miraba con sorpresa. —Conozco a In-... Jeongin. Conozco la leyenda de las profundidades y sobre todo, conozco el faro y sus secretos.

—¿De qué estás hablando? —La mujer se levantó con la poca fuerza que presentaba su cuerpo y miró al menor con cierto brillo en sus ojos. —¿Dónde está él? ¿Lo sabes?

La mujer se acercó a Hyunjin, dejando al menor en una posición algo asustada, quien retrocedió mirando a su hermano de reojo.

—Creo que soy el único capaz de verlo, porque solo se muestra ante mí. —Hyunjin tomó su abrigo y la mano de Seungmin con fuerza. —Le agradecemos mucho su conocimiento compartido, pero ahora debo continuar por mi parte, prometo que cualquier cosa que sepa de su hermano le avisaré.

—Espera, cuéntame más. —La mujer intentó detener la huida de los hermanos Hwang pero Seungmin solo pudo decir una frase antes de que la puerta sea cerrada.

—¡Gracias, señora Yang! ¡Tenga un buen día!

Hyunjin tironeó del brazo de su hermano hasta el mar, el menor no reprochó, solo lo intentó seguir sosteniendo sus lentes y así evitar que se cayeran, pero en cuanto pisaron la arena y la luna ya comenzaba a brillar en el cielo, Seungmin se vió obligado a detener al pelinegro a la fuerza.

—Hyunjin, por favor, detente. —Pidió, reteniendo su paso rápido y mirando con confusión a su hermano mayor, quien pasaba la mano por su cabello y miraba el mar con un dejo de sorpresa en el aire. —¿Que fue todo eso? ¿Qué pasó ahí dentro?

—El tritón es el chico de la leyenda. —Admitió de golpe Hyunjin, mirando a su hermano con cierta intriga y brillo de curiosidad.

—¿Estás seguro de eso?

—Por supuesto, en cuanto vi la foto lo supe. Es él, Jeongin es el tritón. —Soltó el mayor, dejando que Seungmin soltara un suspiro lleno de sorpresa.

—Eso significa que... ¿El tritón está atrapado en una leyenda infinita? Quizás el solo está pidiendo tu ayuda. —Seungmin miró como las luces del pueblo daban un tono naranja suave en el rostro pensativo de su hermano.