| 10 años después |
Ambos se acercaron muy lentamente, sus respiraciones se mezclaron, un cosquilleo nació en sus estómagos al sentir la calidez de sus cuerpos junto al otro, los latidos de sus corazones eran frenéticos. Ninguno podía creer que realmente estaba pasando, pero no repararon en ello cuando sus labios comenzaron una dulce danza entre ellos, conociendo así el sabor del otro.
El chico agarró de la cintura a la fémina que estaba besando y la atrajo más hacia su cuerpo, ella rodeó el cuello del chico y empezó a juguetear con sus cabellos castaños. Ambos tenían un bellos sonrojo en sus mejillas.
Aún creían que no estaban lo suficientemente cerca, por lo que él optó por subir a la chica en su regazo, sentándola a horcajadas, ella no se negó. Sus lenguas juguetearon para descubrir quién tenía el control, él terminó triunfando, mostrando su posición de macho alfa.
Cómo seres vivos comunes se separaron para poder recobrar el aire perdido en tan dulce y a la vez intenso beso. Los ojos azules de ambos se conectaron, sintiendo a través de estos el amor que ambos se confesaron en ese beso. Cuando finalmente recobraron la cordura sus rostros estuvieron al rojo vivo, la fémina se bajó de las piernas del chico y le dió las espalda, cubriéndose la cara por la total vergüenza que sentía. Pero igual estaba feliz de haberlo besado al fin. Quería saltar de la emoción y gritar a todo pulmón, quería ir donde su prima para contarle tan especial acontecimientos, pero se malinterpretaría su ida.
Y pensar que solo bastó que un chico fuese a confesarlo sus sentimientos para que los del chico presente salieran a la luz gracias a sus celos. Aunque ella se hubiera negado, igual se puso celoso.
Sintió su cintura ser rodeada por los tonificados brazos del chico a sus espaldas, la respiración de éste chocaba contra la piel del cuello, erizando todos sus vellos. Se paralizó por su acercamiento, estaba consciente de lo que sucedía en su presente, así que no pudo reaccionar al instante, más las voz del chico la trajo en sí.
— te he querido desde hace un tiempo. Siempre he considerado que eres una amiga increíble, siempre has estado ahí para mí. Nunca me imaginé que llegaría a quererte de esta forma, y no precisamente como se quiere a un amigo; pero toda tu persona lograron enamorarme tan locamente de ti, que tan solo imaginar que estés con alguien más hace que me duele el pecho y tenga ganas de llorar— confesó nostálgico. Apretó un poco más el abrazo, recalcando el punto—. He tomado un riesgo muy grande al besarte, porque si no sentías lo mismo las cosas no podrían ser igual que siempre, te hubiese perdido como amiga; pero tú me respondiste el beso, más me gustaría que me fueses sincera con tus palabras y con tu mirada, porque créeme, Margarita, cada segundo me siento más ansioso de escucharte.
— también siento lo que tú hacia mi. Es una locura pensarlo, pensé que jamás podría verme a tu lado como algo más que tu amiga. Somos tan cercanos que por un momento pensé que me veías como a otra hermana más y que jamás me dedicarías una de esas miradas de amor sincero. Pero he presenciado como el destino es tan impredecible— rió levemente ante ese hecho, contagiando al contrario. Se volteó y abrazó al chico—. Te quiero mucho, Ryota.
Él no pudo evitar elevarla y darle vueltas en su propia eje, sintiendo la más grande dicha de ser correspondido. Volvieron a besarse con dulzura y se sonrieron como bobos enamorados.
— parece que a fin de cuentas Lancelot tenía razón, al igual que Helen; terminaríamos juntos— dijo Ryota recordando cuántas veces su amigo había dicho que estaba enamorado de la chica frente a sus ojos. Al principio no, pero con el tiempo las palabras de sus amigos terminaron siendo la más grande verdad.
Margarita rió ante ese hecho, su prima siempre le preguntaba por qué no había dado el siguiente paso con el castaño; y Lancelot siempre le decía lo loco que se veía Ryota por Margarita y que debía arriesgarse en el amor. Ambos terminaron teniendo la absoluta razón.
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La sangre no nos hace familia
FanfictionDoce años, casi trece años cumplidos después de que la guerra culminara y Los Ocho Pecados Capitales tomaran diferentes rumbos, éstos vuelven a verse, pero no en una situación agradable. Conocerán un peligro que ha acechado a la familia de los demon...