Capítulo 3

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_______________ miraba con fascinación a su hijo hablar animadamente con Lancelot. Se enternecía al pensar en la hermosa amistad que ellos forjarían. También había visto a la hija de Margaret, pero mantenía su distancia para no incomodar.

Sintió un leve cosquilleo en su vientre que la hizo sentir extraña, pero una sonrisa se dibujó en su rostro. Sin embargo, esa sonrisa desapareció al recordar donde estaba su marido.

Si, estaba con la, aparentemente, reina Elizabeth discutiendo sobre el asunto de los demonios. Confiaba en Meliodas, pero no podía evitar sentirse insegura. Como apoyo Ban se ofreció a acompañarlos junto a King.

Diana estaba hablando animadamente con Margaret. La había saludado antes, pero solo fué breve.

Suspiró y sintió la presencia de alguien a su lado, volteó y se encontró con Elaine.

—se llevan de maravilla— comentó Elaine viendo a sus hijos.

— sin duda. Si las cosas salen bien, ellos serán excelentes amigos— dijo la castaña.

— como sus padres— dijo Elaine entre risas.

La castaña volvió a suspirar, captando la notoria atención de la rubia.

— ¿Qué sucede _______________?— le preguntó dulce.

— pienso que no debería estar aquí— murmuró cabizbaja—. Le dije a Meliodas "vamos, no pasa nada, es probable que no nos la encontremos" pero mira nada más— dijo con ironía.

— no había forma de que tú lo supieras. Además, pasaron casi trece años.

— no creo que Elizabeth haya olvidado a Meliodas, noté como lo miró.

— _______________, aún si Elizabeth siguiera enamorada de Meliodas, tú sabes al igual que todos que él no te abandonará— dijo segura la rubia—. Sé que puede ser incómodo, pero al menos Ban y yo estamos aquí para ustedes.

— gracias Elaine— la miró y sonrió—. Entonces Lancelot, parece ser un buen niño — comentó la castaña.

— si lo es, pero me preocupa un poco— le dijo tras un suspiro, la castaña se quedó expectante—. Lancelot se toma las cosas en serio, y creo que es para que Ban lo tome en serio.

— ¿Y no lo hace?

— por supuesto, pero Lancelot no ve eso, al menos por ahora. Actúa diferente a cuando era más pequeño. Yo solo espero que sea una etapa— dijo esperanzada la rubia.

— por supuesto que debe ser eso, y aunque no lo fuera, está descubriendo su identidad, su forma de pensar y actuar son parte de eso— le comentó tranquila. Tomó su mano y le sonrió—. A pesar de todo estoy muy segura que él los ama y solo quiere que Ban se sienta orgulloso de él y que no lo vea como a un bebé. Eso pasa con Ryo.

Elaine rió— entiendo. Gracias— expresó con gratitud.

— no hay de qué.

Lancelot y Ryota se acercaron a ellas.

— mamá ¿Podemos salir?— preguntó Ryota a la castaña con una sonrisa.

La sangre no nos hace familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora