Las monedas rodaban una y otra vez sobre la pequeña mesa, siendo lo único que se escuchaba en la habitación además de un suspiro y una secadora.
Nora salió del baño secando su cabello mojado y de inmediato fijo la mirada en su hijo, Horacio traía puestos uno cascos y jugaban en la mesa que los de servicio a habitación les había llevado para que comieran, Horacio se resistió a salir de casa si no era para ir con Gustabo y Nora quiso evitar cualquier conflicto, entendía lo difícil que podía ser.Horacio había estado solo durante una semana, nada más en la habitación, Nora había salido a trabajar y además había estado haciendo una serie de papeleos sobre Gustabo, también lo había visto y le había tentado un poco el corazón.
Gustabo no lucía como un asesino satisfecho después de su crimen, se veía exactamente como un niño pequeño asustado por los rayos en una lluvia intensa, la cicatriz que había quedado en su labio hizo que Nora se preguntará un poco más lo que había pasado, pero no quería descubrir cosas que pudieran cambiar su mundo tan de repente.
Ella solo trago todos sus sentimientos y se mantuvo firme, con la misma mirada con la que ahora le pedía a Horacio un poco de atención.Ella tomó la mano de Horacio tratando que dejara las monedas por un segundo, pero el la aventó y ella se enfureció un poco.
— Escúchame...— le saco los cascos de un jalón, aún así él no la miraba — estoy haciendo lo mejor, así que debes respetarme.
— ¿Respetarte? — soltó varias carcajadas y aventó una de las monedas al piso — No voy a respetar a alguién como tú, podrás haber sido una muy buena madre o al menos es lo crees y lo que todos creen, porque nuestra familia era perfecta ¿Verdad?
— Horacio...
— Vamos, de perfectos nunca tuvimos nada. — sonrió sarcásticamente y se acostó en la cama, dándole la espalda a su
madre — ustedes se prepararon para tenerme, pero en su libritos ¿Venía como ayudar a su hijo si este se sentía abandonado? ¿Venía como dejar de ser un loco por el trabajo?— Nosotros solo hicimos lo que pensamos necesitabas y estudiamos porque queríamos estar preparados, leímos todo lo necesario y...
— No creo que hayan leído nada en esos manuales sobre como no dejar a tu hijo botado en los festivales de la escuela porque lo olvidaste o de como acudir a las llamadas de atención que tú hijo dio antes de tener un ataque de pánico que casi acaba con su vida. — sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y las ganas de llorar le empezaban a ganar.
— Perdoname.
— El perdón no sirve de nada si el daño ya está hecho y ni siquiera es solo eso, tu hijo de 6 años te vio tan ebria que ni siquiera lo reconociste y esa imagen quedó en su memoria para siempre, además ¿Recuerdas cuando papá te engaño?
— Cállate.
— Digo, yo tenía 10 años, Gustabo aún no llegaba y no tenía ni siquiera por qué enterarme de que él había hecho eso pero tú llegaste a casa ebria diciendo que lo habías visto con otra persona...
Nora dejo la secadora y se sentó en la cama, también con ganas de llorar.
— Nada te asegura que tendrás un futuro perfecto y no los culpo, sé que hicieron su mejor esfuerzo, pero aún así no puedo perdonarlos y la única persona que me hacía sentir que tenía una familia perfecta ahora está en una cárcel.
Nora no dijo nada más y solo se vistió para luego salir de la habitación sin olvidar cerrarla con llave.
Horacio se giro por la cama hasta caer en el piso y estiró sus manos como si tratará de encontrar algo, algo que no iba a encontrar.
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𝑨𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐𝒎𝒚
Fanfiction"𝑵𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒐𝒃𝒍𝒊𝒈𝒂𝒓 𝒂 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒂 𝒂𝒍𝒊𝒏𝒆𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒚𝒂 𝒉𝒂𝒏 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒐"