𝑨𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐𝒎𝒚

Primer amor.

Ambos subieron al departamento, Gustabo se llevó las cajas que Horacio había dejado con el vigilante y las dejo justo en la entrada luego de que ambos pasarán.

Horacio se quedó parado, había aceptado estar ahí porque el hecho de que Gustabo se fuera para siempre de algún modo le restaba un problema, sin embargo si podía despedirse de él lo agradecería.

Pasar unos días juntos, no matarían a nadie...

Gustabo fue hasta la cocina y empezó a calentar agua para hacer un té, se quedó ahí recargado en el refrigerador mientras esperaba, no le puso especial atención a Horacio, aunque por dentro quería abrazarlo demasiado fuerte.

— ¿Para que el té?

— Hay cosas que debo contarte.

— ¿Vas a hablarme de por qué mientes?

— No miento y no, no voy a hablar de
eso. — rodó los ojos y siguió en lo suyo, atento al agua como si de ello dependiera su vida.

— ¿Entonces? ¿Por qué decidiste irte? ¿Por qué estás fuera de la correccional?

— Lo primero no te incumbe y salí porque pagaron una fianza.

— Parece que ya se te hizo costumbre cambiar de la nada, no eres nada igual a como te vi en el baño. — Horacio se quedo recargado en la puerta de la cocina, con los brazos cruzados.

— ¿Quieres que me ponga a llorar o algo así? Tu tampoco eres igual a antes...

— ¿A antes de que matarás a mi padre? — hizo comillas con los dedos al decir "matarás"

— Si, antes de eso.

— Joder.

...

Cuando el té estuvo listo Gustabo lo sirvió en dos tazas, una la entrego a Horacio y lo llevo hasta la que era su habitación cuando era niño, lo bebieron en silencio.
Cuando era pequeño su madre lo enseño a tranquilizarse con una taza de té, esa era una de las cosas que recordaba de ella con amor.

Cuando acabaron, Gustabo lo llevo hasta la azotea del edificio y los dos se sentaron de espaldas al borde, Horacio se la pasó mirando de un lado al otro y Gustabo solo veía al piso.

— La vida es una reacción en cadena Horacio, todo tiene consecuencias ¿Alguna vez te preguntaste como es que acabe huérfano?

— Nunca quise preguntarte, parecía algo duro. 

— Fue duro, pero no siempre. Antes de los 8 años fui feliz, no recuerdo mucho solo sé que mi madre era maravillosa y mi padre nos amaba, mamá no murió por una bala perdida, la mataron. — Horacio entonces lo miro.

— No sé que es lo que papá le debía a los narcos, pero lo cobraron con la muerte de mi mamá. Él se culpo todo el tiempo y es por eso que cayó de esa forma en la depresión, pronto perdió la cordura y tuve que comportarme como un adulto para evitar que mi padre muriera, pero no pude. — la voz de Gustabo se cortó un poco, le habían entrado ganas de llorar — No justifica nada de lo que he hecho, al menos ahora no lo entenderás pero ya lo harás, por ahora solo quédate aquí.