Con el alma.

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Gustabo estaba frente a Adam, había repetido lo de ir hacia la estación esperando a que unos hombres lo llevarán y fue así como paso.

Cuando su cara fue descubierta se dio cuenta de que está vez no estaba en el despacho si no en una sala de una casa que parecía ser bastante lujosa, inmediatamente sintió que no era una buena señal.

— Sabes, me hubiera gustado que tú madre me eligiera a mi en lugar de a ese saco de mierda, si hubiera sido así tu ahora no tendrías que pasar por esto.

— ¿De qué hablas?

— Mira, soy un asesino, quizá un psicópata pero no te mataré sin que antes sepas la verdad.

— ¿Verdad? Mira yo solo vine a decirte que hice el trabajo, en el maletín que me quitaron tus hombres está todo, dinero, joyas...

— Tu no entiendes Gustabin, no me importa que lo hayas hecho, en realidad Félix no me debía nada.

Gustabo se sentía aún más confundido y solamente se rió un poco esperando a que pudiera salir en cuanto antes.

— Deja de reírte, yo solo hice todo esto para hacerte miserable por arruinar mi vida.

— ¿Yo arruine tu vida? yo no mate a tus padres ni a tu amigo frente a ti, tampoco te hice matar a un hombre que al parecer era inocente ni a tu pareja.

— Ella era mía, debía estar conmigo pero tú puto nacimiento arruinó todos mis planes, eres una mierda Gustabo y por eso hice todo lo posible para que no fueras feliz ni un momento.

— ¿Mi padre te debía algo?

— No.

Gustabo lleno de furia empezó a forcejear para soltarse de las cuerdas que le ataban a esa silla que tan bien conocía ya.

— ¿Tienes idea de todo por lo que pasé? — empezó a llorar, sin control alguno, Adam no tuvo reacción y simplemente empezó a caminar al rededor de él.

— Tu jamás vas a ser feliz y de eso voy a encargarme yo.

— Yo no tengo la culpa de nada.

— Tienes que pagar. — Adam se fue, pero no le desataron y tampoco quiso hacer nada.

— ¿Todo fue mi culpa? — se pregunto en voz baja, las lágrimas corrían por su cara que ya estaba roja.

Comenzó a pensar que quizá si fue su culpa, según la lógica de Adam todo fue mal para él por nacer, entonces si no hubiera nacido sus padres estarían vivos y felices, todos serían felices.
August seguiria con la pandilla o quizá aún en la correccional pero bien, Horacio aún estaría con sus dos padres, probablemente sería muy feliz y hubiera encontrado a alguien más, Jeanist también sería sumamente feliz.

Todo estaría bien sin él.

Lo que reforzó su plan y dejo de hacerlo sentir culpa.

Lo desataron y él seguía llorando, se dejo caer de rodillas pero los dos hombres lo obligaron a levantarse, antes de ponerle de nuevo la bolsa en la cabeza llegó Adam.

— Gracias por tu ofrenda — señaló al maletín —  pero no servirá de nada y será mejor que te apures a ir con ellos, para que puedas verlos por última vez.

𝑨𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐𝒎𝒚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora