Estrellas.

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Había pasado un tiempo desde que Gustabo y Horacio se habían visto por última vez en aquella visita que no termino muy bien, en ambos habían cambiado bastantes cosas.
Horacio había vuelto a ponerse un poco a la defensiva con su madre y ella ya no intentaba acercarse más, se volvió un tanto dependiente al alcohol lo que hizo que la relación con su hijo fuera aún más tóxica, ellos volvieron a su antigua casa, dejando el departamento.

Y es que, Horacio realmente lo intentaba y no quería odiar lo que era y su vida porque Gustabo alguna vez dijo "No odies la situación que te toco vivir" pero ¿Qué más daba hacerle caso a las palabras de alguien que lo había tratado así?
Seguía convencido de que Gustabo no lo había hecho, aún así estaba demasiado herido y todo su dolor se transformó en irá, en un enojo gigante contra quién amo por 6 años de su vida y quien, sin querer aún seguía amando.

Por su parte Gustabo se adapto a lo que le había tocado, no había forma de librarse de Adam, pero ya había alejado a las personas que amaba por lo que estaban "a salvo" así que no podía perder más y se unió a la familia que los chicos de la pandilla habían formado.
Conoció un poco más de ellos y se dio cuenta de sus realidades, personas a las que Adam les jodió la vida o que habían tenido que seder ante la única opción que la vida les presentaba.

También se había hecho bastante cercano a August, Gustabo sentía que tenía un amigo y estaba feliz de eso.
Había conocido su historia, August era un niño huérfano que se crió en un orfanato regido por monjas, ahí no la había pasado bien y había perdido su inocencia a una edad bastante corta, fue difícil.
Pero nunca perdió la pizca de alegría que creía sus padres le habían heredado a pesar de no haberlos conocido, los amaba, a los 12 años no aguanto más y escapo, jamás lo encontraron pero la calle fue algo aún más duro.

Se topo con gente que lo golpeó por gusto, con personas bondadosas que le daban cosas y personas crueles que le quitaban lo poco que le daban, aprendió entonces que fingir ser alguién fuerte le daría una vida mejor, algo así como "Se que soy lo peor, por eso actuó como si fuera lo mejor" y luego se empezó a hablar de él en el barrio.

"Él niño que mete navajazos" decían, lamentablemente llamo la atención de Adam quien quiso reclutar más gente para la pandilla que había formado antes como una rama de su organización, August no quería pero fue obligado y no tuvo más que aceptar la vida que le había tocado vivir.

Pero a pesar de haberse adaptado, Gustabo no podía evitar sentir lo que sentía, odiaba pensar demasiado, odiaba extrañar a quienes no iban a volver.
Gustabo aún extrañaba a su madre como la primera noche en qué ella no fue a verificar que estaba dormido y extrañaba su padre como la primera vez que vió a Félix ser cariñoso con Horacio, los necesitaba.

Y necesitaba a Horacio con toda su alma.

Algunas veces salía de la estación durante la noche y subía hasta el techo de un edificio alto y veía las estrellas, le gustaba imaginar que Horacio las veía también, siempre lo seguía August y terminaban los dos durmiendo en la nada.

Llegó el día de su cumpleaños, Gustabo tenía ya 17 años, no le había contado a ninguno de los chicos más que a August porque él había sido muy pesado preguntandolo, así que August le preparo un regalo de cumpleaños.

Por la noche, ambos salieron diciéndole a los chicos de la pandilla que irían a dar un paseo por ahí y que todo estaba bien, August lo llevo a hacerse un tatuaje.

— No me jodas.

— No me agradezcas, ya sé que soy increíble.

— Pero, no estoy seguro de esto.

— Vamos Gus, es solo un tatuaje, disfruta tu cumpleaños.

— Vale.

Gustabo entro al lugar con demasiados nervios y le dieron a escoger un catálogo de tatuajes, se topo con un sistema solar y supo que debía hacerlo, así tendría a Júpiter, Luna y Venus con él.
Decidió que fuera en la nuca, le dolió bastante y August no dejaba de reírse de eso.

𝑨𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐𝒎𝒚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora