✦Prólogo✦

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Im Nayeon se encontraba con los dedos cruzados, pidiéndole al cielo que la emparejasen con alguien de su grupo

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Im Nayeon se encontraba con los dedos cruzados, pidiéndole al cielo que la emparejasen con alguien de su grupo. Era una chica muy cerrada por lo que empezó a sudar frío apenas oyó a la profesora decir "Trabajarán en grupos de cinco y yo misma los escogeré". Odiaba trabajar en grupo, simplemente era de esas chicas a las que todo el mundo debía obedecer, o si no, habría problemas; a pesar de su apariencia extremadamente tierna, ella tenía un carácter terrible. Le costaba mucho compartir el mando, y al saber que iba a tener que trabajar en un proyecto artístico con cuatro personas más, sin que hubiera un líder, casi le da un infarto. No estaba dispuesta a acatar las órdenes de nadie más, pero sabía que iba a tener que ceder en algún punto, después de todo, ella era la nueva en aquella escuela y no le convenía hacer enemigos.

Bufó frustrada al escuchar su nombre, así que caminó hacía la profesora sin prestar atención a los otros nombres, hasta que vió a un grupo de chicas acercarse a ella, tres para ser exactas, todas de distintas direcciones, y un chico, ay no, ahora si se armaría el rollo.

¿Un chico? A ella no le gustaba trabajar con chicos, eso era lo peor que podía pasarle en la vida. Con algo de suerte las otras chicas la apoyarían en lo que fuera a ella porque todas son chicas y tenían que apoyarse entre todas, ¿no? Woman Power y todo eso ¿Verdad?

Se reunió en un círculo con los susodichos y se despuso a trabajar, empezando con lo primero, claro.

-Hola, soy Nayeon.

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Las otras tres chicas del grupo eran Kim Dahyun, Minatozaki Sana y Kim Jennie. Y El muchacho era un tal Bobby, del cuál era incapaz de recordar su apellido.

A Nayeon le fue fácil trabajar en conjunto con Jennie. Ellas dos se entendieron muy bien y expusieron sus puntos de vista de manera clara y concisa, tuvieron buena química y tenían ideas muy parecidas para el trabajo. En cambio, ninguna de las dos fue capaz de lidiar con el estrés que conllevaba debatir en contra de Bobby, quién, por ser chico, pensaba que debía hacerse todo lo que él dijera. Y mientras ellas dos tenían una batalla de liderazgo contra Bobby en el groupchat de WhatsApp, Sana y Dahyun se mantenían calladas y sin opinar nada al respecto, Nayeon a veces pensaba que ellas ni siquiera leían los mensajes ni nada, no estaban muy activas, a decir verdad, siempre quedaban en gris y tardaban para contestar los mensajes.

«Bueno, no todo el mundo tiene Internet ni saldo las 24/7 Nayeon»

Se decía a sí misma casa vez que pensaba en reclamarle a alguna de ellas por desaparecer por tanto tiempo, de hecho, una de esas muchas veces, ella tuvo que llamar por teléfono a Dahyun para que enviase su parte del trabajo ya que era la que faltaba por entregar, pero esta no había tenido saldo y por eso no lo había mandado, se disculpó con Nayeon, y ella, sorprendiendose a sí misma de lo compasiva que se comportó con la muchacha, le dijo que no había problema y que enviara lo que faltaba ya.

Don't Say Anything, Nayeon. ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora