cuatro

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04
⊰💌⊱

―MiMi, ya

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―MiMi, ya. Perdóname. ―Le ignoré guardando mi lapicera y después colgándome la mochila en los hombros―. ¿Cuántos días más vas a seguir ignorándome?

Le esquivé, tomé a HoSeok de la mano y le hice salir conmigo. Era normal ir con SunHee a casa, porque vivíamos una al lado de la otra, pero no esa vez. Hobi había estado acompañándome toda la semana, porque me había enojado con Sun por pedirle el cuaderno a Jeon. Incluso, si se lo hubiera pedido a mi último ex novio, no me hubiera afectado tanto.

―¡Bae MiRae! ¿¡Cómo puedes ignorarme, eh!? ¡Somos mejores amigas! ¡No hagas berrinches!

―¿Ella dijo berrinches, Hobi? ―Asintió con los labios apretados. Bufé―. Ignórala y vámonos.

[…]

―¡MiRae, SunHee está aquí! ―gritó mi mamá desde el piso de abajo.

Ella era insistente cuando quería algo, lo sabía muy bien. Respetó la ley del hielo que le puse los primeros días, pero luego ya no le gustó. Le había escuchado pedirme perdón un centenar de veces.

No tuve intenciones siquiera de bajar a saludarle, pues tenía claro que subiría eventualmente. Pasados los minutos, en los que estaba cortando las piezas de cartón para mi maqueta, ella entró como Pedro por su casa. Fue directo a mi cama y se acostó.

―No entiendo por qué estás tan enojada. El chico que te gusta te prestó su cuaderno de química.

Tomé mi regla para comprobar las medidas que hice y seguí con la siguiente lámina de cartón. Estaba usando el trabajo para desestresarme. Había avanzado más en esa semana y, muy posiblemente, terminaría mi proyecto en unos dos o tres días.

Sun, en vista de que no iba a hablarle, empezó a decir mi nombre una y otra y otra vez. Quería molestarme hasta que, al menos, le hablara para decirle que cerrara la boca y se fuera.

―Creí que eras madura, MiMi.

―Bueno, yo creí que eras mi mejor amiga, Sun. ―Tomé mi celular después de que vibrara. Leí el mensaje de Hobi. Hoy iríamos de fiesta en la casa de SeokJin.

―¡Lo soy!

―No parece.

―¿Es porque salgo con Guk? Puedo dejarle si me lo pides.

Negué. ―No voy a meterme en su relación y no, no es por eso.

―¿Entonces?

―Te dije que no quería tenerle cerca para superarle más rápido y te valió verga.

―Uy, esto es serio. Dijiste gaver. ―Se sentó con las piernas en forma de mariposa―. No sabía que te molestaría tanto; solo quería hacerte el favor.

―¿Qué favor exactamente?

―El cuaderno de química. Lo necesitabas, ¿no?

―Bien pudiste pedírselo y dármelo tú. ¿Por qué me lo dio él?

―Guk quiso hacerlo así, MiMi.

―¡Y tú le dejaste! ―solté con ironía―. SunHee, te lo repito, porque no te quedo claro. No quiero tenerte cerca cuando estés con él y tampoco quiero tenerle cerca a él.

―¿Acaso odias a JeongGuk? Podría ser mi esposo y tú tienes que ser mi madrina.

¿Esposo? ¿Es que no entendía? ¿Decía esas cosas con intención? Parecía que SunHee me restregaba en la cara que salía con JeongGuk y que no le importaba si eso me lastimaba. Nunca creí que ella llegaría a actuar de esa forma.

―No le odio. ―Me levanté con el celular en la mano―. Pero, ya que a ti nunca te han rechazado, te lo explico: duele. Se siente muy mal, Sun, y tú sigues hablando de él. No quiero oírlo, no me interesa.

―MiMi, perdóname. No sabía que te sentías así.

―Y se supone que eres mi mejor amiga, la que conoce todo de mí, ¿no es gracioso?

―Arreglémoslo. Tengamos una pijamada hoy. Veremos un drama de Lee MinHo y comeremos mucho. Dormiremos tarde. Como en los viejos tiempos. ―Me miró con gesto esperanzado y una sonrisa.

―Ya tengo planes, Sun. ―Su rostro se transformó en desilusión―. Iré a una fiesta con Hobi y TaeTae.

―Entonces mañana. Todo siempre se arregla después de una pijamada.

―Sun, no me tomes a mal, pero ya no somos unas niñas. No creo que algo tan simple arregle esto.

―Pero prometimos que-

Mi celular interrumpió y luego el claxon del auto de la hermana de Hobi. Apreté mis labios. Nunca me había gustado pelear con Sun y me dolía irme así. En el pasado ella era quien se enojaba más, así que prometimos tener pijamadas si alguna estaba molesta y que, a la mañana siguiente, todo estaría bien. Prometimos eso a los nueve, pero ahora teníamos diecisiete y dieciocho.

―Hablaremos luego. Me tengo que ir, Sun.

Salí de mi habitación con prisa antes de que decidieran irse sin mí. No quería perderme esa fiesta, porque la casa de Jin era enorme y había alcohol. Pensaba embriagarme esa noche y dejar que mi corazón olvidara, incluso si el momento era efímero.

 Pensaba embriagarme esa noche y dejar que mi corazón olvidara, incluso si el momento era efímero

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⍉ growing pains; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora