El cortejo es una etapa donde el Alfa intenta conquistar al Omega con el fin de ser su pareja y conseguir la famosa marca. Durante este tiempo los Alfas hacen de todo para demostrar que es un buen partido.
Yoongi es un Alfa decidido a cortejar a aqu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yoongi
¿Recuerdan que dije que tenía control? Exacto, nunca lo dije. Es más, rezaba por no perderlo.
¡Y miren donde me encuentro! Igual quien tendría control con un Omega en celo como Jimin.
Está bien, les voy a contar que pasó, no quiero saltarme la mejor parte y ustedes tampoco.
Estaba durmiendo cuando sentí calor en mi cuerpo, no sabía que diablos era así que decidí dejarlo pasar. Hasta que sentí movimiento y la cama haciendo un ruido molesto, recordé que no hacía calor ese día sumado a un Omega en celo y eso me despertó por completo.
¡Ustedes quisieran ser yo para ver lo que mis ojos vírgenes (no me crean) encontraron!
El pequeño Park, futuro esposo y padre de mis cachorros, Jimin sentado en mi abdomen desesperado por conseguir algún tipo de contacto que aliviara su calor. Sus deliciosos muslos me abrazaban con fuerza mientras hacía movimientos de caderas, una pequeña erección acariciaba la mía que por supuesto reaccionó al contacto que ejercía, de sus labios hinchados y teñidos de un color rojizo escapaban jadeos en forma de susurros. Él creía que estaba durmiendo pero no sabía que disfrutaba de la vista que presenciaba.
¡Controlate Alfa calentón!
—Alfa, sé que estás despierto. Ayúdame.
¡Aborten misión! ¡Repito, aborten misión!
¿Debería de hacerme el muerto?
Hice lo pensado, cerré los ojos intentando imaginar conejitos jugando pero la imagen mental mostró a dos haciendo cositas, fruncí el ceño asqueado.
Está bien, no puedo no pensar en eso.
—No te hagas el tonto, Min Yoongi. Me ayudarás a bajar este maldito calor o te cortaré las pelotas.
Abrí los ojos asustado.
¡Se está volviendo salvaje!
—¿Quién eres tú y qué hiciste con mi Jiminie? —pregunté alzando una ceja.
—Soy tu Jiminie pero te estoy mostrando otra cara que no conocías. Me vas a ayudar o me conseguiré otro Alfa.
Menos mal que solo quería amor y mimos.
Tomé sus exquisitas piernas con mis manos apretándolas, en un movimiento rápido y brusco dejé su espalda contra la cama a la vez que me posicionaba sobre su delicado cuerpo. Dejé que me rodeara con sus piernas y me apreté más contra él logrando así rozar mi erección con su trasero aún cubierto con sus pantalones chándal, sus brazos rodearon mi cuello acercándome a su bonito rostro.
