El cortejo es una etapa donde el Alfa intenta conquistar al Omega con el fin de ser su pareja y conseguir la famosa marca. Durante este tiempo los Alfas hacen de todo para demostrar que es un buen partido.
Yoongi es un Alfa decidido a cortejar a aqu...
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Yoongi
Observé a través de la vidriera un delicioso chocolate que llevaba tentándome, sacudí mi cabeza.
¡Se supone que debo comprarle ese chocolate a mi Omega!
Pero se ve tan delicioso, no creo que se enoje si pruebo un poco. Sentí la saliva querer caer de mi boca.
Decidido caminé hasta la puerta tomando la perilla y abriéndola para entrar, el sonido de una campanita sonó llamando la atención de la tierna anciana que vendía allí. Ella me sonrió y pequeñas arrugas se formaron en su rostro.
—Buenos días, jovencito.
—Buenos días, señora.
—¿En qué puedo ayudarte?
Me acerqué hasta donde vi el chocolate y lo señalé saltando en mi lugar, estaba ansioso y debía ir a clases pero antes regalarle el dulce a Jimin.
Pocos minutos me tomó cuando ya estaba fuera caminando hacia el instituto, en el camino vi unas lindas flores así que para ser más cursi las compré, el señor que atendía me dio una cartita con una frase pegada en el ramo de flores.
Todo iba tan bien, eso me daba miedo.
Llegando al instituto pude ver a lo lejos en la entrada a Hoseok junto a Namjoon, seguramente esperándome.
—¡Hey, Yoongi! ¡Pensé que seguirías durmiendo!
—Hoseok, aunque ame tanto a mi cama debo preocuparme por mi futuro o terminaré amando la calle cuando mis padres me saquen a patadas de casa. —rodé los ojos.
En ese momento, llegaba Min.
Sí, en mi mente y sueños Jimin ya era todo un Min, nos casamos, tuvimos un equipo de fútbol, tres perros y un gato.
Todo parecía ir en cámara lenta, sus cabellos rubios moverse con la caricia del viento, su uniforme impecable, una bonita sonrisa en sus labios producto de algo que le contaba Taehyung.
Es un ángel caído del cielo. Confirmado.
—Maldita sea, que delicioso es este chocolate, ¡y de marca!
Sí, que delicioso se ve Jimin.
¿Chocolate? ¡¿Delicioso?!
Volteé mi mirada casi logrando romper mi cuello, Hoseok masticaba del chocolate de marca. ¿Lo peor? Mi bolsillo duele, utilicé el poco dinero que me dieron mis padres para mi desayuno en eso y las flores.
