Su rostro cautibava a la gente, su mirada era penetrante, su rostro era encantador, su voz era simplemente perfecta, su personalidad fría y misteriosa atraía a más gente, su cuerpo era exquisito.
su edad, su verdadero nombre, su vida por fuera de la...
Miraba atentamente los productos en la estantería, había muchas opciones por escoger, desde unas papas a unos dulces, todos se veían apetitosos.
Cargaba una bolsa de comida grasosa, hamburguesas y con su combo. No sé lo comería todo de golpe, dejaría para el almuerzo de mañana, le daba pereza ponerse a cocinar.
Cogio unas cuantas golosinas y ahora ha pagar.
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Estaban cansados, el día había Sido muy duro con todas los ensayos tanto de voz como de danza.
Solo querían llegar a casa para descansar y dormir todo lo posible.
Era gracioso, uno de ellos se obligaba a mantener sus ojos abiertos, sentía una gran euforia recorrer por toda célula de su cuerpo. Tenía un presentimiento, una corazonada, algo sucedería esa noche despierta, algo que tal vez cambiaría sus vidas.
Nunca fue muy creyente del destino, pero está noche haría una excepción, quería entender la razón del por qué se sentía así o si era el único de los siete que tenía este sentimiento.
El auto iba en silencio, algo muy raro si hablamos de ellos, pero era entendible, estar desde las 4:00 AM de la mañana preparándose, practicado, etc etc, no era muy agradable.
Llegando al edificio en dónde vivían, el auto se detuvo y junto con él los siete chicos bajaron cansados con sus pies arrastras.
Kim Taehyung se detuvo, miro en dirección al pasillos de edificios, su presentimiento seguía ahí y cada vez se hacía más fuerte.
Estuvo un rato mirando la calle, sin notar que sus compañeros y amigos ya se habían subido al ascensor.
Camino rápidamente dentro del edificio en dónde vivía, sin saberlo a unos cuantos metros un joven latino iba caminando con tranquilidad, pero con un sentimiento extraño.
Algo iba a pasar y sería lo mejor que pudiera suceder.
Se había puesto a pensar, tal vez podría hacer un pequeño live en la plataforma de Vlive, hace un tiempo atrás (para se más precisa hace unos años) cuándo su fama comenzó a crecer de forma drástica .
La había encontrado, una gran plataforma poco conocida por fuera del kpop, quería hacer una transmisión, pero se abstuvo de hacerlo, recién estaba ganando popularidad y eso era solo en Latinoamérica.
Por lo que no sintió que fuera correcto, aquello solo era para los asiáticos no para un latino que recién iniciaba.
Al llegar al edificio en el que se hospedaba en su estadía en corea, suspiro, había pensado muchas cosas.
Sin contar que se había hecho famoso gracias a sus covers, fue contratado por una empresa de música pequeña pero estable económicamente.
Entro al edificio a paso lento, cada cierto tiempo se fundía en su pensamientos.
Una mujer tras la recepción hizo una leve reverencia en son de saludo, él por cortesía hizo lo mismo.
Entro al ascensor, al ya estar dentro presionó el botón de su piso. La sensación se hacía más fuerte, su corazón bombeaba con fuerza, sus mejillas tras el cubre bocas se prendieron de rojo carmín muy fuerte, sus manos empezaron a sudar.
Le parecía extraño el que se sintiera de esa forma, jamás en su vida había experimentado algo como eso.
Las puertas del ascensor se abrieron, él empezó a caminar cada vez más rápido, quitó su cubrebocas.
A unos metros de su puerta, un joven de aspecto agraciado, le miraba con sorpresa y emoción. No pudo evitar reconocerlo al instante.
Sus caminos se habían cruzado, tal y como debía ser.
Ambos hicieron contacto visual, uno de ellos tenía un brillo lleno de euforia en su mirada, con sus ojos bien abiertos sin aún poder creer lo que estaba sucediendo. Rápidamente el mayor, desvió su mirada, no era correcto ver a su ídolo a los ojos.
El silencio era lo que los ponía incómodos, ninguno sabía que decir o que hacer, lo más lógico sería presentarte, pero ellos ya sabían quienes eran.
Era difícil decir su nombre, aunque este era el caso de Adam.
El coreano reaccionó e hizo una reverencia saludando al contrario. Que situación más emocionante e incómoda ha la vez, el latino siguió su acción.
Pasaron los minutos y ninguno decía nada, el latino ya se comenzaba a incomodar más de lo que ya estaba.
—TaeTae ¿Por qué te demoras tanto?.— un joven de su misma estatura apareció por las puerta—.
Ambos coreanos se miraron, el menor de los dos no se había dado cuenta de cierta presencia que se encontraba ahí.
El mayor de ambos hizo un gesto en dirección al latino, el contrario sin entender giro su cabeza en la dirección señalada.
Le miro, se quedó en blanco, duro varios minutos en procesar la situación, sus mejillas se calentaron de emoción y grito.
—OH POR DIOS!!.— su grito de fanatismo alertó a sus demás compañeros, quienes yacían comiendo—. KING!!
Si, la situación para el latino se torno más incómoda, aunque le daba ternura y gracia la expresión junto con la reacción de su mayor.
Cinco chicos se asomaron por la puerta, curiosos por lo que estaba sucediendo
¿Saben que pasó después?
Si, otro grito de fanatismo. La noche si que sería larga.
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