Capítulo 15: Misterios por descubrir

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Cuando menos me lo esperé, comencé a escuchar golpe tras golpe. No podía ver a la persona que estaba pegándole a Max, era irreconocible. Estaba sentada en mi puesto, tenía tanto miedo que mis piernas no me respondían, no podía levantarme e intentar parar esto.

Lo único que oía era a todo el salón gritando y a la maestra intentando detenerlos. Me moría por saber quien era la persona, muy en el fondo tenía la esperanza de que fuera Matteo...

Me armé de valentía y me levanté del asiento. Lo primero que hice fue jalar de los hombros al desconocido, no pude verle la cara porque inmediatamente lo corrí hacia atrás, empujé a Max para correrlo del lugar en el que estaba.

La maestra Lola me dio las gracias y llevó a los dos personajes a la dirección. Justo cuando le iba a ver la cara, Violeta me tomó de la mano y me jaló hacia la parte trasera del salón.

—¡Amigaa! ¿Viste eso? Estuvo increíble, él te salvó de el idiota de Max.—

—Sí, Violeta. Pero gracias por no dejarme saber quien era—. No quería hablarle así, pero me sentía frustrada y enojada por no saber quien era, podía ser Matteo, al que tanto estaba esperando ver, darle un abrazo, darle mi apoyo y decirle cuanto lo extrañé...

—Ay, perdón. No tienes porqué hablarme así, solo estaba un poco emocionada—. Dijo Violeta con gesto triste.

—Sí, lo siento. Es que no te imaginas lo que estoy sintiendo en este momento, no sé si es Matteo, pudo haber estado en frente de mis narices y no le dije nada.—

—Ok, está bien, te perdono. Pero con una condición. Que me ayudes a conquistar a Luke.—

—¿Quééé? Te gusta Luke?—

Luke era uno de nuestros compañeros. Realmente no tenía un físico muy lindo, era muy criticado en la escuela. No soy de las personas que juzga por el físico, pero este... Era de otro nivel.

—Sí, me gusta. Por qué? Tienes algún problema con eso?—

—Em, no. Pero es que, Luke es...—

—Es qué? Es qué?—. Dice Violeta en tono fuerte.

—Emma, no pensé que fueras ese tipo de personas que solo se fijan en el físico. Me sorprende mucho de ti.—
Intenté hablar con ella, pero salió corriendo.

—¡Emma!—. Gritó Dulce.

—Dime—.

—¿Qué pasó? Vi a violeta muy enojada. Se pelearon?—

—Um, no, no pasó nada.—

No quería evadir así el tema, pero mi cabeza estaba puesta en otra cosa mucho más importante.

A paso lento fui hacia la puerta y la abrí, salí y la cerré muy sutilmente.

Con los pies temblorosos, comencé a caminar hacia la dirección para descubrir lo que estaba pasando. Llegué y me topé con Emiliano, el vigilante de la escuela. Ay no, esto va a terminar mal.

—Señorita, buenos días. ¿Puedo saber qué hace fuera de su salón de clase?—

—Buenos días, señor Emiliano. Nada, solo voy al baño...—

Um, señorita, el baño queda allá.— Dice señalando hacia la izquierda.

—Oh, en serio? Em, me confundí. Llevo tantos años en esta preciada institución y ya no sé donde estoy parada... Ya me dirijo hacia el otro lado.—

—Un momento, señorita. Antes, enséñeme el carnet que le dio la maestra en el que se certifica el permiso para salir del aula.—

—¡Ay no, no puede ser, lo perdí!—. Digo buscando en mis bolsillos con gesto preocupado.

—Lo lamento mucho, pero me tendrá que acompañar a la dirección, esta situación la entenderá mejor la directora.—

—¿A la direccióóón? De verdaaad?— Digo saltando de alegría.

—Veo que le da mucho gusto ir a la dirección...—

Muy bien, Emma, tú sigue así. Digo para mis adentros mientras pienso que decir.

—Em, es que, le tengo muchísimo respeto a la directora, me encanta charlar con ella. No se si usted lo sepa, pero soy una excelente estudiantey no es por nada, pero todos los maestros incluyendo a la directora me quieren.—

—Sí, sí. Vasta de tanta cháchara, vamos.—

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2021 ⏰

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