Capítulo 10: defensora por cosas insignificantes

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¿Malas noticias? Ay no, que será. No voy a sacar concluciones...

Alumnos, espero tomen esta noticia con la mayor calma del mundo...
La noticia se trata sobre Matteo Sisneros.

Matteo Sisneros? No, no puede ser, yo sabía que le había pasado algo, pero estaba alejando esos pensamientos de mi mente. Quiero preguntar que pasa, pero al maestro no le gusta que se le interrumpa antes de terminar de hablar.

El día de ayer su compañero Matteo fue de paseo con su familia, fueron a un día de campo y... Lastimosamente... Que maestro, le pasó algo a Matteo? Dije levantándome de mi asiento y un tanto exaltada sabiendo que no se le podía interrumpir. Señorita Thomson, me permite continuar? Si maestro, disculpe... Bueno decía que estaba con su familia en un día de campo y lastimosamente se le murió su abuela, era la que más quería, necesito que mañana todos le hagamos una gran bienvenida, esto ha sido un golpe muy duro para él y no solo eso, también que le brindemos todo nuestro apoyo.

Toda la clase comenzó a abuchear y decir que pensaron que era más grave.

Ah si? No les parece grave? Qué tal si les pasara lo mismo a ustedes? Intenten ponerse más en el lugar del otro, no solamente piensen en ustedes, tenemos un compañero que nos necesita y, si esa fuera su situación también lo necesitarían... Dije intentando sonar calmada pero en realidad grité sin tener en cuenta que el maestro estaba aquí presente.

La señorita Tomson tiene razón, aunque no lo dijo en el mejor tono. Otra más y no se la paso, no siga hablando así por favor, intente decir las cosas en un tono más moderado... Gracias.

Si maestro, tiene razón, discúlpeme nuevamente, dije hablando muy bajo y sonando lo más arrrpentida posible.
Cuando salimos a recreo, mis amigas comenzaron a molestarme con Matteo, que por qué lo defendía tanto y tal. No les hice mucho caso, estaba pensando en como estaría en este momento Matteo, me lo imagino llorando y me da algo en mi corazón. Sé que suena muy cursi, pero lo siento, soy así, no sé si lo aprendí de mi madre, pero creo que si.

Amor Sin Fronteras©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora