Twice One-Shots

Trabajo - Satzu (g!p)

– no te parece genial trabajar en el mismo edificio, en el mismo piso y que tú escritorio este junto al mío sin paredes?

– en realidad, no se escucha como una buena idea – responde Tzuyu sin trabas

– qué? Porqué no sería bueno? Estamos más tiempo juntas, sabes que casi no puedo estar contigo cuando estás en clases, Chewy – responde Sana con un puchero – además, fue difícil fingir que no te conocía para estar junto a ti...

– No lo digo por eso, me gusta estar contigo pero – hizo una pausa pensando en la situación y saco aire pegando la espalda a la pared – vamos a distraernos, es un hecho, y hemos estado muy activas -enfatiza la palabra accidentalmente-  y no quiero pasar por un inconveniente

Tras sus palabras se mantienen en silencio brevemente

– activas? A qué te refieres con eso? – irrumpe Sana. Ella entiende perfectamente el significado pero oculta sus intenciones bajo una falsa cara de inocencia

La pelinegra no le responde, solo le mantiene la mirada. Sana continúa con su falso desentendimiento mientras encaminaba sus pasos a dónde Tzuyu estaba, sus manos se sujetan entre sí tras su espalda y baja la cabeza mirando sus propios pies antes de pegar su cabeza contra la zona alta del pecho de Tzuyu.

– acaso crees que voy a provocarte durante el trabajo? Frente a todos? – arrastra las palabras a la par de que sus manos suben y viajan decentemente desde los hombros hasta los brazos de Tzuyu terminando en la parte posterior de sus codos – o solo es que no podrás controlarte, Chewy ? – sus malos intentos por disimular ceden y forma un sonrisa ladina mientras la mira desde la nueva distancia acercando su cabeza al cuello de la más alta la cual sigue tan estática como de costumbre – 6 horas son demasiado para ti? – habla contra la piel de su cuello – sin tocarme, besarme o...

La pelinegra levanta la cabeza sin querer y suelta un pesado suspiro , amaba ser tentada y seducida por Sana pero hablaba enserio, no quería caer ante cualquier insinuación ya que realmente necesitan ese empleo por las deudas que tienen, cualquier tropiezo sería suficiente para ser despedidas, lo deducía ya que a su nueva supervisora no parecía caerle del todo bien y a Sana mucho menos pero ella ni siquiera lo notaba.

Tzuyu mueve su cuerpo con fuerza y hace a Sana retroceder tan repentinamente que casi cae hacia atrás pero la más alta ya la sujetaba por la espada baja mientras sujetaba su diestra como si fuera un baile elegante.

– 6 horas, 10 horas, 24 horas... Soy más fuerte que eso, Sana – aclara seria mientras la suelta una vez que se para correctamente – puedo hacerlo – confiada en su nueva postura camina veloz hasta el cuarto de baño

– sí, claro – responde Sana con voz baja y suave para si misma mientras muerde la punta de su dedo índice sin perder la sonrisa

Tzuyu bajo la regadera mantiene sus ojos cerrados y su entrecejo fruncido en un primer intento de mantener el control para lo que venía.

Al empezar su vida sexual se han vuelto todo un caos, una constante necesidad de tenerse una a la otra, hasta para Tzuyu era extraño, antes ni siquiera la importaba tener relaciones pero ahora su cuerpo a enloquecido pidiendo más y más cada que hay un simple encuentro, beso o roce entre sí, es como volver a la adolescencia pero más intenso ahora que conoce los más profundos placeres de la vida.

– soy una pervertida – se nombra así misma

(...)

Ellas se levantan temprano, ambas se vistieron para llegar deslumbrantes en su primer día.

Tzuyu se concentra en acomodar el cuello de su camisa sin arrugarlo, por un momento ve su piel y en el una marca apenas visible que Sana dejó hace casi una semana, siendo sugerencia de ella no tener relaciones en esos días para no estar tan ansiosas, ahora piensa en Sana, se ha mantenido muy sonriente y a diferencia de otros días por la mañana está muy calmada, conociéndola es natural sospechar pero sinceramente le daba pereza buscar algún tipo de explicación en ese momento, eran las 7 AM y solo quería ir a buscar un café en el camino.