— ¡grr...! — Tzuyu se quejó de dolor cuando sintió el tirón en su cabello, bajó la cabeza alejándose de las manos de su madre mientras sus ojos acumularon algunas lágrimas
— lo siento — la mayor regalo una caricia en su brazo como consolación a su dolor. Después de unos pocos minutos se sorprendió de que la niña no volviera a insistir que siguiera como lo había estado haciendo la última hora — Bebé, creo que no podremos quitarlo, es demasiado
Tzuyu no la miró ni siquiera respondió para oponerse, se quedó contemplando sus pies descalzos, meditando la venganza que desataría sobre Momo, su mejor amiga que pegó su goma de mascar en su cabeza y que, en un intento por quitarla, terminó llenando buena parte de su cabello.
Yoona suspiró cansada, no iba a llegar lejos preguntando de nuevo así que, sin necesitar la opinión de la pequeña, acercó su mano a un pequeño cajón y sacó unas tijeras.
• • •
Era medio día, Tzuyu aún estaba algo molesta y aún inconforme con su nuevo corte el cual nunca había estado tan lejos de sus hombros, o bueno, quizá cuando era una bebé. No diría que lo odia pero simplemente está acostumbrada a su largo cabello sedoso que Momo decidió arruinar con su torpeza. Si tan solo no se hubiera ido de la ciudad por las vacaciones de invierno entonces ya estaría tres metros bajo tierra.
Al menos, debía admitir que seguía suave y restregar sus dedos sobre el seguía siendo agradable.— está a salvo por ahora — gruñó, rodó hasta la orilla de su cama y se acercó a la ventana, curiosa por el sonido insistente de un camión que había llegado desde hace rato
Dedujo que era un camión de mudanzas, incluso desde antes de bajar de la cama. La casa de junto estaba vacía desde hace tiempo. A veces le gustaba entrar y curiosear con los vestigios que dejó atrás el inquilino anterior, ahora todo se veía claramente en el bote de basura de enfrente. Pegó su frente ligeramente en la ventana, manchando ésta con su aliento y observó la camioneta familiar que, justo ahora, está siendo estacionada.
Cansada de limpiar el vidrio cada vez que se empañaba, prefiero abrir la ventana, sin importar que la brisa fría se colara a su habitación. Su cuerpo se erizó al instante pero poco le importó cuando las puertas del vehículo estaban siendo abiertas, Tzuyu alzó las cejas con curiosidad, abrazándose así misma para aguantar un poco y ver de quién se trata, quizás ¿una celebridad?
Típica ingenuidad infantil.
Se enfocó en la pequeña que saltó del asiento de atrás, una pelinegra con un semblante tranquilo, completamente desinteresada por su nuevo hogar, únicamente cautivada por la consola en sus manos, ella no hizo nada más que caminar adentro y esquivar hábilmente a los chicos que descargaban el camión.
Es tranquila.
Asintió para sí misma pensando que al menos sería alguien con quién algún día podría hablar voluntariamente, se empujó lejos de la ventana con ambos brazos y se dispuso a cerrarla ya que el frío comenzaba a ser doloroso para sus huesos, sin embargo, antes de que pudiera asegurarla un grito singularmente agudo la hizo saltar y acercarse de nuevo a dónde estaba.
Para su desgracia, lo único que vio fue una melena castaña, más clara que su propio cabello, pasar a toda velocidad.Aún podía escuchar como gritaba la pequeña desconocida, entró corriendo detrás de la pelinegra y gritaba lo que aparentemente era su nombre.
Ella es Mina. Razonó pensando en la pequeña pelinegra.
Aún podía ver a ambas niñas por las ventanas sin cortinas, pasando por los pasillos hasta que las perdió por dónde recuerda que están las escaleras.
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Twice One-Shots
Fanfictioncontenido Yuri o G!P soft/ DRAMA o +18 (todos son fanfics obviamente) ⚠No copias ni adaptaciones ⚠