Twice One-Shots

Sin tu amor - Mihyo G!p ( omegaverse)

La mano de la japonesa pasó de acariciar y tentar su cintura a apretar y jalar de su blusa con tanta fuerza que sus nudillos se decoloraron, la poca cantidad de aire que Jihyo dejaba entrar a sus pulmones se estaba volviendo demasiado escasa al punto de marearse por lo que, ante las negativas de la mayor para quitarse, la empujó más fuerte de lo que había tratado minutos atrás hasta que la otra se apartó un poco y de mala gana, incluso escuchó un gruñido de su parte por aquello.

— es-espera... — aspiró profundamente y exhaló tratando de recomponer la respiración — vas a sacarme el alma, preciosa. Te dije que vayas lento — regañó Mina, limpiando la saliva de su mentón con la palma derecha

Su frente estaba sudorosa al igual que el de la coreana, que hacía juego con su respiración irregular y sus ropas desarregladas, sin duda un imágen bastante sexy de Jihyo aunque, no era algo muy raro, ella es muy sensual pero se abstuvo de comentarlo y tentar más a la coreana a la que se le inundaban los ojos de pura lujuria y Mina quería ir un poco más lento.

El estacionamiento de la escuela seguía inundado de autos y motocicletas. La música aún se escuchaba al fondo mezclada con los bullicios incesantes de los estudiantes que seguían con suficiente energía para seguir gritando o bailando pese a la hora. Mientras, ambas alfas estaban encerradas en un BMW alejadas a varios metros. Llevaban apenas algunos minutos en el auto, después de que Jihyo le rogara su ayuda y, como la buena amiga que es, aceptó dócil llevándola hasta su automóvil.

La mayor se echó para atrás, recargando la espalda en el volante mientras que arrastraba las manos de la japones sobre sus muslos necesitada de tacto.

— Yah... No puedo controlarme — dijo mientras un rubor se formaba en su rostro, aunque imperceptible por la oscuridad del auto y el lugar apenas iluminado — pronto empezara m-mi celo y Sana...

— ni siquiera hables de esa — irrumpió Mina dando un apretón a los carnosos muslos de la mayor sacándole un jadeo — esa Omega ni siquiera puede tomarse un segundo para mirar por su alfa

Jihyo arrugó el entrecejo.

— quita esa cara — gruñó la japonesa mientras subía sus manos por su cintura para darle sutiles caricias con la intención de debilitarla — tu debes saltarte las clases — rememoró, dando un apretón que hizo a la mayor saltar sobre sus piernas — salir de madrugada de casa — señaló con molestia, apretando más fuerte en la carne de la mayor — cancelar planes por ella y la muy...tch, no puede dejar de beber para tranquilizar a la que supuestamente es su alfa

Jihyo esquivó la mirada acusadora de Mina y solo acarició sus manos soltando pequeños jadeos.

— tiene derecho a divertirse... — respondió evasiva, quería defender a la chica pero no podía hacer mucho bajo los hechos — si no quiere, entonces no y punto

La menor se quejó escandalosamente. La coreana solo bajó un poco la cabeza, tratando de no pensar en sus deseos que arañaban con furia su interior. Realmente quería que Mina dejara de quejarse un poco y la ayudara porque no tenía la cabeza para discutir de nuevo por Sana.

No le gustaba pelear con Mina, después de todo, estaba siendo demasiado considerada con ella, consolandola y mimandola en medio de sus calores aleatorios. Era un situación extraña, el médico le había dicho que no era extraño debido a que sus olas de celo son demasiado potentes y los días con calores irregulares eran la anticipación de éste.

Jihyo lo habló con su "Omega no oficial", habían estado saliendo desde hace algunos meses y creyó que tenían la suficiente confianza para comentarle que, por recomendación médica, debería tener relaciones ocasionales para aliviar su libido pero, Sana no se mostró muy dispuesta e incluso parecía que no la había tomado enserio comprobandolo cuando nunca llegó a sus llamados cuando su celo llegó.