Twice One-Shots

Happy Christmas - Samo

— bien Momo, llegamos — murmuró Jihyo, ella con ayuda de Nayeon cargó el cuerpo de su compañera hasta su apartamento ya que Hirai estaba demasiado adormilada como para caminar por su cuenta

— ¡por favor, copera un poco! — chilló la mayor con desespero ya que sus brazos estaban cediendo y el cuerpo de la japonesa se resbalaba de su agarre

Después de unos difíciles pasos más Momo terminó cayendo al suelo, provocó un leve estruendo pero no pareció ser suficiente despertarla del todo.

— ¿la dejamos ahí? — sugiere Nayeon con cansancio— ¡Momo! — pero la chica ni se movió

Jihyo suspiró y asintió con la cabeza, sintiéndose insuficiente como para llevar a su amiga hasta su cama ya que tenía algo de alcohol encima. Se puso en cuclillas para acercarse a Momo.

— cuando puedas o quieras levantarte ve al sofá, si puedes a tu cama pero no te quedes en el piso ¿bien? — cuando escuchó un quejido de aprobación de Momo supo que ya podían irse — la puerta no está asegurada porque perdimos las llaves pero ¡no te preocupes! La vecina dijo que se aseguraría que nadie entrara, ¡ Vendrá a asegurarse que todo esté bien! — grito mientras se iban

Momo aún logró escuchar el último mensaje de sus amigas, sin embargo, no tenía la energía suficiente para levantarse como le pidieron así que se dejó consumir por el sueño.

Definitivamente ama las fiestas de fin de año, halloween, el cumpleaños de Jeongyeon, su cumpleaños, navidad y próximamente año nuevo. Todo era una excusa para salir a beber y a divertirse con las demás, claro que su único punto débil es quedarse dormida luego de varias copas, cosa que la había metido en varios problemas o situaciones vergonzosas en el pasado pero nada que no quedara como una anécdota divertida para la próxima ocasión.

Como esa vez que estuvo bromeando con Mina sobre que alguien se sentara sobre ellas, era un chiste de moda y les gusta seguir el juego. En realidad hasta donde sabe no tiene ese tipo de fetiche, sin embargo, duda mucho sobre Mina, casi aseguraba que hablaba en serio por la insistencia sobre aquello.

Y de nuevo estaba esa asfixiante sensación de ser aplastada. Sí, de nuevo, porque hace un año Mina convenció a una desconocida de ponerse sobre Momo que estaba demasiado ebria para hacer algo y solo lo disfrutó. ¿Qué más podía hacer?

Pero enserio...no puede respirar

— uh..— se despertó de a poco, deslumbrada por el foco sobre ella mientras tenía esa sensación de un gran peso sobre su pecho — ¿qué?...¿quién? — miró una silueta moverse arrastrándose sobre ella hasta plantarle un beso sin movimiento, ya no estaba tan ebria pero si algo débil así que no pudo apartarla inmediatamente

Seguía sintiendo esos esponjosos labios sobre los suyos picoteando una y otra vez, no pretendía ceder pero no es como si estuviera evitandolo, quizá solo es que se ha congelado. Puede percibir rápidamente el olor a vino de la otra persona, seguramente tan ebria que no sabía lo que hacía y en un momento se alejo quedando sentada de nuevo sobre su abdomen.

A Mina le gustaría esto.

Cuando la luz pegó sobre el rostro de la pelirroja pudo apreciar su amplia sonrisa pintada en sus rosados labios mientras iba mirando con detenimiento a la chica debajo de ella, a la vez que iba trazando líneas bajo sus clavículas.

Momo estaba muy sorprendida de ver a su vecina allí y de esta forma, no es desagradable, a ella siempre le pareció tan atractiva que no descartaría un lindo encuentro con ella pero no  inconciente o mejor dicho, ebria, no está bien. Seguramente ni siquiera le gusta.

— ¿porqué estás aquí? — pregunta tratando de enfrentar por fin la situación — ¿q-qué haces? — alcanza a preguntar callando por el escalofrío que le recorre la espalda cuando la otra chica acariciaba su rostro tomando su mentón — suéltame