Soorim, Jaehoon y Hooni caminaban juntos de regreso a sus casas. Jaehoon se ofreció en ayudar con la mudanza de Hooni, por lo cual el aún no se había separado del grupo. En medio de su charla con Soorim se dio cuenta que iban a necesitar algo "especial" para limpiar, algo que no tenía a la mano, por lo que se separó y fue a su casa para recogerlo.
El rubio y el peli negro volvían a estar juntos, solamente ellos dos. Los dos estaban más nerviosos de lo normal, Hooni porque en medio de aquel campo minado había sentido un sentimiento raro y no fue el haber usado ropa de niña, el sentimiento raro fue causado por su amigo Soorim, aquel sentimiento que te revuelve el estómago, y Soorim porque creía que había mirado de más a Hooni y por eso lo ignoraba. Y cuando empezaban a hablar uno cortaba la conversación sin darse cuenta y no quedaba nada más que hacer o decir, frustrante.
Desearía que Hiroki estuviera aquí, ella seguro me apoyaría en esta situación, pensó el rubio.
Hooni miro a Soorim por unos segundos pero Soorim se había dado cuenta de que lo miraba y por instinto lo miro y le sonrió. Hooni se puso muy nervioso y desvió la mirada lo más rápido que pudo, haciendo que Soorim pensara que había hecho algo malo.
Soorim suspiro. ¿Qué era lo que pasaba? Era lo que se preguntaba Soorim. ¿Sera que Hooni volvió a ser distante conmigo? Y si... ¡se dio cuenta que lo amo y por eso no me habla!
Soorim trago saliva. Estaba preocupado. Conocía la actitud de Hooni, el seguramente se sentiría incómodo e intentaría librarse de la situación. Así que con nervios lo miro haciendo que Hooni se detuviera, se tonaba que Soorim quería decirle algo importante ya que tenía una cara seria, lo cual hiso que Hooni se sonrojara.
-Hooni-hyung –llamo, para que le diera más atención de la que ya estaba recibiendo- yo...- Mierda, se maldijo- yo... veras mmm... es que... tu yo...- respiro hondo, tenía que tranquilizarse- ¿Quieres un helado? –dijo con rapidez
-¿Un helado? –repitió. La pregunta lo había descolocado- he, claro... gracias- sonrió, aunque cierta parte de él se sentía decepcionado.
-Bien, ¿me esperas aquí? –pregunto. El peli negro asintió.
Soorim fue corriendo a una tienda cerca que había mientras pensaba en lo tonto que había sido, ¿Cómo que "quieres helado"? recién comíamos uno, mierda... ¿no puede haber inventado una excusa mejor...? Lo que paso hace poco... me le iba a confesar... ¡arg! No, no puedo hacer eso. A él no le gusto...
Mientras nuestro rubio amigo se lamentaba de sus acciones, nuestro Hooni no podía estar más perdido del que ya estaba. No solo el hecho de que ese día había sido más loco de lo que creía, sintiendo sentimientos raros por su amigo, siendo el centro de atención de muchas personas, la rara amabilidad de personas que no conocía y ahora eso. Que día más raro había tenido, eso era seguro.
Suspiro agotado del día que le había tocado, pensó en que iba a hacer mientras esperaba a Soorim, miro de un lado a otro las calles que se podían ver desde donde estaba parado, vio mucha gente pasar, y cada que pasaban agachaba la mirada, como siempre.
No se dio cuanta cuando una figura conocida se acercaba a paso lento.
-Hola Hooni-ah –saludo.
Esa voz, pensó Hooni. Si, esa voz que ya habíamos escuchado, de la cual habían salido muchos insultos hirientes para el peli negro, la voz que pertenecía a la persona que más sentimientos malos había tenido Hooni por alguien. Aquella voz era nada más ni nada menos que la voz de Heemini.
-H-heemini-ah... ¿qu-que haces a-aquí? –otra vez no, por favor. Hooni empezaba a sentirse sofocado.
Heemini se le acerco quedando a unos centímetros cerca- Quería verte- dijo con una sonrisa infantil, algo que hiso asustar más a Hooni.
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¡Me gustas! EDITANDO
Fiksi PenggemarSoomi le gusta Hooni, no, no le gusta, el lo ama. Se dio cuenta de ello hace un tiempo, desde entonces intenta estar con el todo el tiempo que puede, hacer que se sintiera bien consigo mismo, darle las comidas que le gustan, hacer que vuela a hablar...