15. "Señales"

3K 358 220
                                    

Después de observar cierto momento entre su mejor amigo y Daniel, Bobby tuvo que replantearse todas las interacciones de ellos hacia atrás, y también veía de forma diferente sus interacciones ahora, como una puerta que abriste y ya no puedes cerrar.

Han pasado algunos días desde entonces, y parece ser que la amistad de la pandilla con Daniel no es la única relación que se ha afianzado.

No puede creer que Johnny en realidad estuvo haciendo el infantil movimiento de tirar de las coletas* con Daniel todo éste tiempo, sin siquiera darse cuenta.

Diablos, ¿qué se supone que debería hacer con ésta información? Se pregunta. Al final, decide que la respuesta es simple: Observar.

Porque tal vez, tal vez, solo está viendo cosas donde no las hay. (Pero realmente no cree eso)

_______________

Así que Bobby observa.

Toda la pandilla llega al lugar del señor Miyagi juntos. Daniel ya está ahí, tarareando una canción mientras poda un bonsái. Está particularmente alegre porque mañana es el día en que le quitan finalmente el yeso. Así que, cuando los ve, los saluda sacudiendo la mano con entusiasmo. La sonrisa en su rostro enmarca sus hoyuelos.

Bobby mira a Johnny y lo descubre con la mirada clavada en Daniel, sus mejillas ligeramente enrojecidas mientras traga saliva y se rasca la nuca con nerviosismo, como si para él fuera físicamente imposible responder al saludo. A diferencia de los demás, que saludan y alcanzan a Daniel rápidamente.

—¿Johnny?

—¿Mmh? —Johnny parpadea, sin prestar atención a Bobby. Unos segundos después parece darse cuenta de sí mismo y su alrededor, porque carraspea con un puño contra sus labios y desvía la mirada—. Camina, Bobby —le dice, como si hubiera sido Bobby el que se quedó quieto mirando algo (a alguien) en particular.

Bobby resopla y sigue a su amigo cuando avanza hacia adelante demasiado rápido, demasiado torpe.

Johnny Lawrence claramente nunca ha bueno en el arte de la sutileza.

______________

Bobby se la pasa notando momentos así el resto del día.

A dónde va Daniel, Johnny está casualmente ahí, para ayudarlo a cargar una maceta o con el té. Y su mejor amigo prácticamente se derrite cuando Daniel se acerca demasiado, inclinándose sobre su espacio y apretando sus brazos juntos o haciendo que sus rodillas se toquen o sus dedos se rocen.

Cualquiera que entrara en el espacio personal de Johnny normalmente sería motivo suficiente para que Johnny lo golpeara o, al menos, manifestara su absoluto rechazo. Pero Daniel, que es una persona naturalmente táctil, no recibe ningún reproche por parte del rubio ninguna de las veces que se pega a él para mostrarle algo o lo toca en el hombro, la rodilla o el brazo.

En éste momento, están acomodando bonsáis los tres, Johnny, Daniel y Bobby mientras Jimmy, Dutch y Tommy buscan la radio del señor Miyagi afuera.

—Más a la izquierda, Johnny —Daniel indica con amabilidad y, en realidad, un tinte de diversión por la forma en que Johnny se esfuerza por encontrar el lugar correcto.

—Sé lo que hago, LaRusso —Johnny se queja, concentrado en acomodar la maceta en el espacio más alto del estante.

—Oh, por supuesto, el gran Johnny Lawrence siempre lo sabe todo, ¿verdad? —Daniel se burla. Su lengua rápida nunca pierde la oportunidad de deslizar algún comentario inteligente. Sin embargo, no es como antes. Debajo de sus palabras hay algo más ligero, casi parecido al cariño.

Daniel LaRusso & the ex-Cobras | Lawrusso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora