Capítulo 41

523 67 6
                                    

—¡Tsk!

Tanjiro toma a Kanao y la abraza.

Shoto, quien conducía salta de inmediato hacia los asientos traseros y cubre a Izuku.

El vehículo donde iban da dos vueltas, luego rápidamente Tanjiro abre la puerta y saca a los cuatro que habían dentro.

Puede ver cómo del camión que los había golpeado empiezan a bajar personas bien armadas.

Una acción arriesgada pasa por su cabeza, pero pone la seguridad de sus compañeros como prioridad, arrastrándolos hasta detrás de la camioneta que recién dejaba de dar vueltas.

—Quédense aquí.

Una orden y luego salta a la acción.

Jugar a matar nunca fue algo que le gustara.

Pero su intuición le decía: Mata o muere.

La máquina de matar cuerpo a cuerpo definitiva de la academia Kimetsu hace su primera jugada.

[ · · · ]

Luego de saltar y atacar de inmediato a los hombres armados que bajaban del camión, el pelirrojo lanza un puñetazo a la cara de uno de esos hombres.

Puede sentir como la mandíbula del hombre cede maravillosamente ante su puño.

Luego, rápidamente toma al hombre como escudo y lo lanza contra los otros. Fue trabajo fácil para su anormal fuerza.

Un rodillazo.

Una patada.

Un puñetazo.

Una patada en hacha.

Un manotazo.

Combinando todos los artes marciales que sabia o tenía un mínimo conocimiento, él se desenvuelve rápidamente contra veinte personas.

Chasquea su lengua al notar cómo el conductor se baja y le apunta, preparado para disparar.

Alarga su mano a uno de los cuerpos que estaban en el suelo; sin embargo, iba a recibir alguna bala.

Pero se preparó para ello.

Cuando su mano alcanza el chaleco del hombre en el suelo, un tinte rojizo tiñe la cabeza del conductor.

O más bien, todo del cuello para arriba fue explotado.

Tanjiro alcanza a cubrir su cuerpo con el del otro hombre caído, logrando así salir limpio de la explosión sangrienta.

Suspira y mira el lugar desde donde la bala fue disparada.

Rimuru.

No logra verlo en ningún lado, pero fue él seguramente.

De inmediato su cabeza capta el cambio de planes, estrella el cuerpo que había agarrado contra el camión.

Los tres que se ocultaban, al darse cuenta lo que había pasado, corren en dirección a Tanjiro.

—Eres muy brutal.

Shoto habla sonriendo levemente.

—¿E-, Estás bien?

Izuku mira rápidamente el estado de Tanjiro.

—Estoy bien.

Tanjiro sonríe y luego mira en dirección de donde vino la bala.

Saca su teléfono y éste solo acepta una llamada.

—Parece que te ayudé al final.

—Sí, gracias por eso.

Club de Artes - TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora